Abril 17-99 Mi querido amigo: A pesar que ud. me tiene tan olvidado, y por lo mismo, dia á dia he proyectado una visita que deseaba hacerle para felicitarlo de viva voz por el soberbio discurso que aplaudí con entusiasmo en la velada intima del Dr. Alem. La pieza oratoria ha sido digna del gran tema ¡pedestal de granito para una estatua de bronce! Pero como los días pasan sin que mis ocupaciones me permitan buscarlo para estrecharle la mano, van estas líneas para llevarle mis parabienes intensos y todos mis afectos amistosos. Suyo. J.Castellanos Sr. Pedro B. Palacios