Mi estimado amigo Debe estar Vd. muy fastidiado de mi: tengo ese pálpito. Pero aunque así sea, yo insisto y sigo girando sobre su influencia, como sobre el capital de un amigo muy rico y muy bueno... ¡giran sobre mi escasísimo haber tantas personas! El jóven Osvaldo Dominguez Rivarola que le presentará ésta, es huérfano de un viejo amigo,- que lo fué mucho,-y recurre á mí invocando esa circunstancia. Está en el 3er año del bachillerato y para continuarlo con algún [desh] desahogo, necesita un empleo que le facilite los medios. ¿Tendrá Vd. todavía, un amistoso gesto para su poeta Almafuerte, y se interesaría por este jóven recomendándolo eficazmente á su hermano de Vd., el Ministro de Obras Públicas? Apesar de todas las dubitaciones [al] expresadas y padecidas al comenzar estas líneas así lo espresa S.S.S.y amigo affmo Pedro B. Palacios