Volumen 02 | Número 09-17http://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/1218782024-03-29T09:44:42Z2024-03-29T09:44:42ZArañas del Chaco y Santiago del EsteroMello Leitão, Cándido dehttp://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/1429452023-07-12T18:03:37Z1942-01-01T00:00:00ZArticulo
Revista del Museo de La Plata (nueva serie); tomo II, no. 16, sección Zoología
Hasta el viaje del profesor Birabén, las arañas conocidas del Chaco, aunque más numerosas que las de Santa Fe, eran todavía muy pocas. La expedición sueca al Chaco ha recorrido el sur de Bolivia y las provincias argentinas de Jujuy, Salta y Tucumán. A fines del siglo XIX Borelli, de regreso del Paraguay, siguió por la gobernación del Chaco hasta Salta y Tucumán. El profesor Max Birabén ha colectado arácnidos en 11 localidades del Chaco (inclusive Resistencia, único punto donde estuvo Borelli) y 15 de Santiago del Estero. En ese mismo año de 194O el señor Jorge W. Abalos colectó arañas en 8 localidades distintas de Santiago del Estero. Recibí del profesor Max Birabén ese rico material araneológico, en el cual había más de 2000 individuos de 144 distintas especies. En la lista a continuación, las arañas no señaladas aún en Argentina aparecen en bastardilla, las especies nuevas en negrita y señaladas con asterisco las que no se encuentran en las colecciones del Museo de La Plata. Para la distribución geográfica están marcadas con las iniciales E. S. las especies del Chaco señaladas por Eugenio Simón, con B. las colectadas por el profesor Birabén y con una A. las colectadas por el señor Abalos. Esta lista se refiere sólo a las Araneomorfas.
1942-01-01T00:00:00ZHasta el viaje del profesor Birabén, las arañas conocidas del Chaco, aunque más numerosas que las de Santa Fe, eran todavía muy pocas. La expedición sueca al Chaco ha recorrido el sur de Bolivia y las provincias argentinas de Jujuy, Salta y Tucumán. A fines del siglo XIX Borelli, de regreso del Paraguay, siguió por la gobernación del Chaco hasta Salta y Tucumán. El profesor Max Birabén ha colectado arácnidos en 11 localidades del Chaco (inclusive Resistencia, único punto donde estuvo Borelli) y 15 de Santiago del Estero. En ese mismo año de 194O el señor Jorge W. Abalos colectó arañas en 8 localidades distintas de Santiago del Estero. Recibí del profesor Max Birabén ese rico material araneológico, en el cual había más de 2000 individuos de 144 distintas especies. En la lista a continuación, las arañas no señaladas aún en Argentina aparecen en bastardilla, las especies nuevas en negrita y señaladas con asterisco las que no se encuentran en las colecciones del Museo de La Plata. Para la distribución geográfica están marcadas con las iniciales E. S. las especies del Chaco señaladas por Eugenio Simón, con B. las colectadas por el profesor Birabén y con una A. las colectadas por el señor Abalos. Esta lista se refiere sólo a las Araneomorfas.Los dípteros muscoideos del Museo de La Plata: Primera parte: TachinidaeBlanchard, Everard E.http://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/1429442022-09-28T20:04:27Z1941-01-01T00:00:00ZArticulo
Revista del Museo de La Plata (nueva serie); tomo II, no. 15, sección Zoología
Con esta primera entrega, el autor inicia el estudio de la magnífica colección de dípteros del Museo de La Plata, un privilegio indiscutible que le fue confiado por el distinguido Jefe de la Sección Invertebrados de dicho Museo doctor Max Birabén, a quien agradece sinceramente el honor conferido. En vista de la gran extensión geográfica recorrida por las expediciones que han contribuido a esta colección, puede considerarse como realmente representativa del dípterofauna argentina, y por consiguiente es fácil comprender el alcance de su estudio. Como era de esperar, numerosos géneros y especies nuevos han sido identificados, lo que demuestra inequívocamente la poca atención prestada por los entomólogos, hasta los tiempos presentes, al estudio intensivo de este grupo de insectos en la República Argentina. Esto, en parte, se debe sin duda, a la falta de colecciones representativas en el pasado, y por otra, la carencia de obras monográficas básicas para el estudio de la dípterofauna sudamericana. Hoy día, gracias a la magnífica obra del doctor C. H. T. Townsend Manual of Myiology, se tiene una verdadera enciclopedia de información sobre los muscoideos al alcance de todos los estudiosos, donde este eximio entomólogo pone a disposición del mundo el fruto de una vida consagrada al estudio de los dípteros del mundo, y en particular, a los del continente americano. También cabe citar aquí las obras de J. M. Aldrich, C. J. Curran y J. Malloch, y otros quienes han contribuido notablemente en los últimos años al conocimiento de los muscoideos argentinos.
1941-01-01T00:00:00ZCon esta primera entrega, el autor inicia el estudio de la magnífica colección de dípteros del Museo de La Plata, un privilegio indiscutible que le fue confiado por el distinguido Jefe de la Sección Invertebrados de dicho Museo doctor Max Birabén, a quien agradece sinceramente el honor conferido. En vista de la gran extensión geográfica recorrida por las expediciones que han contribuido a esta colección, puede considerarse como realmente representativa del dípterofauna argentina, y por consiguiente es fácil comprender el alcance de su estudio. Como era de esperar, numerosos géneros y especies nuevos han sido identificados, lo que demuestra inequívocamente la poca atención prestada por los entomólogos, hasta los tiempos presentes, al estudio intensivo de este grupo de insectos en la República Argentina. Esto, en parte, se debe sin duda, a la falta de colecciones representativas en el pasado, y por otra, la carencia de obras monográficas básicas para el estudio de la dípterofauna sudamericana. Hoy día, gracias a la magnífica obra del doctor C. H. T. Townsend Manual of Myiology, se tiene una verdadera enciclopedia de información sobre los muscoideos al alcance de todos los estudiosos, donde este eximio entomólogo pone a disposición del mundo el fruto de una vida consagrada al estudio de los dípteros del mundo, y en particular, a los del continente americano. También cabe citar aquí las obras de J. M. Aldrich, C. J. Curran y J. Malloch, y otros quienes han contribuido notablemente en los últimos años al conocimiento de los muscoideos argentinos.Ecología alimenticia del pejerrey (<i>Odonthestes bonariensis</i>) con notas limnológicas sobre la laguna ChascomúsRinguelet, Raúl Adolfohttp://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/1429422022-09-28T20:04:28Z1942-01-01T00:00:00ZArticulo
Revista del Museo de La Plata (nueva serie); tomo II, no. 17, sección Zoología
El estudio de la alimentación de los peces de agua dulce ha llamado la atención de muchos autores, especialmente norteamericanos, que desde Forbes, en la segunda mitad del siglo pasado, han llegado a dar un cuadro bástanle completo para muchas especies neárticas. El alimento como factor del ambiente (factor ecológico) es importante, y en el pejerrey, a diferencia de otros peces, más aún, pues durante el período de reproducción, la alimentación no es actividad que decrezca. Los resultados que se obtienen están ligados directamente con la difusión artificial de peces útiles, y así es que aquellos autores se han particularizado con los salmónidos. En esta forma, luego de conocer, aún con métodos rápidos, una masa de agua — lago, laguna, río o arroyo — desde el punto de vista de la calidad y cantidad de organismos que sustenta (su “productividad”), saben perfectamente si determinada especie de pez encontrará o no el alimento que necesita. Este conocimiento se encara en Estados Unidos de Norte América como algo tan común en el estudio biológico de los peces, como es el saber las temperaturas de las aguas en que vive o puede vivir una especie determinada. Hasta en guías prácticas para estudios hidrobiológicos, verbigracia el de Needham y Needham (39), uno de los capítulos que los estudiantes pueden poner en práctica es el investigar la alimentación de los peces. Si parece que se menciona repetidamente los trabajos realizados allá en el norte, es simplemente porque en ninguna parte se han especializado más en dicho tema ni se han estudiado tantas especies diferentes. Esto no extrañará sabiendo las directas aplicaciones de tales comprobaciones, y teniendo en cuenta que EE.UU. es el país que cuenta con mayor número de « Fisheries » tanto federales como estaduales y particulares.
1942-01-01T00:00:00ZEl estudio de la alimentación de los peces de agua dulce ha llamado la atención de muchos autores, especialmente norteamericanos, que desde Forbes, en la segunda mitad del siglo pasado, han llegado a dar un cuadro bástanle completo para muchas especies neárticas. El alimento como factor del ambiente (factor ecológico) es importante, y en el pejerrey, a diferencia de otros peces, más aún, pues durante el período de reproducción, la alimentación no es actividad que decrezca. Los resultados que se obtienen están ligados directamente con la difusión artificial de peces útiles, y así es que aquellos autores se han particularizado con los salmónidos. En esta forma, luego de conocer, aún con métodos rápidos, una masa de agua — lago, laguna, río o arroyo — desde el punto de vista de la calidad y cantidad de organismos que sustenta (su “productividad”), saben perfectamente si determinada especie de pez encontrará o no el alimento que necesita. Este conocimiento se encara en Estados Unidos de Norte América como algo tan común en el estudio biológico de los peces, como es el saber las temperaturas de las aguas en que vive o puede vivir una especie determinada. Hasta en guías prácticas para estudios hidrobiológicos, verbigracia el de Needham y Needham (39), uno de los capítulos que los estudiantes pueden poner en práctica es el investigar la alimentación de los peces. Si parece que se menciona repetidamente los trabajos realizados allá en el norte, es simplemente porque en ninguna parte se han especializado más en dicho tema ni se han estudiado tantas especies diferentes. Esto no extrañará sabiendo las directas aplicaciones de tales comprobaciones, y teniendo en cuenta que EE.UU. es el país que cuenta con mayor número de « Fisheries » tanto federales como estaduales y particulares.Hesperiidarum argentinae catalogusHayward, Kenneth J.http://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/1226192021-08-12T20:04:21Z1941-01-01T00:00:00ZArticulo
Revista del Museo de La Plata (nueva serie); tomo II, no. 14, sección Zoología
Al terminar mi revisión de los ninfálidos argentinos, en noviembre de 1931, emprendí, a pedido del señor Director del Museo Nacional de Historia Natural (ahora Museo Argentino de Ciencias Naturales) y del señor Presidente de la Sociedad Entomológica Argentina, la revisión de los hespéridos argentinos; no imaginé que transcurrirían nueve años antes de poder considerar como terminada la fase inicial de esta tarea, es decir, la clasificación de las especies coleccionadas hasta la fecha dentro de los límites políticos de la Argentina.
Y pensaba menos todavía que para llegar a este punto en mis investigaciones, fuese necesario catalogar cerca de 140 géneros y 450 especies y formas, cifras que indudablemente van en aumento de año en año a raíz de la exploración entomológica de zonas todavía poco conocidas y por el mayor interés tomado hoy en día en los insectos de esta familia por los lepidopterólogos argentinos.
En el presente catálogo, al día hasta diciembre de 1940, se encuentran citados 137 géneros y 430 especies, subespecies y formas, divididos en tres subfamilias.
1941-01-01T00:00:00ZAl terminar mi revisión de los ninfálidos argentinos, en noviembre de 1931, emprendí, a pedido del señor Director del Museo Nacional de Historia Natural (ahora Museo Argentino de Ciencias Naturales) y del señor Presidente de la Sociedad Entomológica Argentina, la revisión de los hespéridos argentinos; no imaginé que transcurrirían nueve años antes de poder considerar como terminada la fase inicial de esta tarea, es decir, la clasificación de las especies coleccionadas hasta la fecha dentro de los límites políticos de la Argentina.
Y pensaba menos todavía que para llegar a este punto en mis investigaciones, fuese necesario catalogar cerca de 140 géneros y 450 especies y formas, cifras que indudablemente van en aumento de año en año a raíz de la exploración entomológica de zonas todavía poco conocidas y por el mayor interés tomado hoy en día en los insectos de esta familia por los lepidopterólogos argentinos.
En el presente catálogo, al día hasta diciembre de 1940, se encuentran citados 137 géneros y 430 especies, subespecies y formas, divididos en tres subfamilias.Arañas de la provincia de Santa Fe, colectadas por el profesor BirabénMello Leitão, Cándido dehttp://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/1226182021-08-12T20:04:27Z1941-01-01T00:00:00ZArticulo
Revista del Museo de La Plata (nueva serie); tomo Ii, no. 13, sección Zoología
Hasta las provechosas excursiones científicas del profesor doctor Max Birabén, la fauna aracnológica argentina era casi desconocida, sobre todo la fauna de las provincias centrales. Las descripciones de Holmberg se refieren a las arañas de los alrededores de Buenos Aires y a las de la Comisión científica agregada al Estado Mayor del general Julio A. Roca, de la expedición al Río Negro. Las expediciones francesas al Cabo de Hornos, alemana al Estrecho de Magallanes y sueca a esas mismas regiones, contribuyen notablemente para el conocimiento de la fauna de las gobernaciones de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, sucediendo lo mismo con los viajes de Backhausen, Lebrun y del doctor Filippo Silvestri. Mucho menos conocida, aunque visitada por dos expediciones científicas, es la región del Chaco, con sus atañas estudiadas por Tullgren (que determina las de la expedición sueca a Magallanes y clasifica las recogidas por Nordenskiold) y por E. Simón, a quien manda Borelli las que colectara en su viaje al Paraguay y Chaco argentino. Para el resto del territorio de la República casi nada se conocía.
El profesor Birabén, que ya había recorrido las gobernaciones del sur en los meses de enero a marzo de 1908 y viajado hasta Jujuy, por Córdoba, La Rioja, Catamarca, Tucumán y Salta en los mismos meses del año 1989, visitó a fines de ese mismo año la provincia de Santa Fe, pasando después por el Chaco a Santiago del Estero; de enero a marzo de 1940 recorrió Córdoba, La Rioja, San Juan, Mendoza y San Luis. El número de localidades en que se hicieron colectas de arácnidos asciende a más de doscientas: De la provincia de Santa Fe aún no se había descripto una sola araña.
Me pareció interesante dividir el último viaje del profesor Birabén en tres secciones: una para esa desconocida Santa Fe, otra para la fauna del Chaco y de Santiago del Estero y la tercera para las provincias del oeste, examinando entonces las afinidades faunísticas de Córdoba.
1941-01-01T00:00:00ZHasta las provechosas excursiones científicas del profesor doctor Max Birabén, la fauna aracnológica argentina era casi desconocida, sobre todo la fauna de las provincias centrales. Las descripciones de Holmberg se refieren a las arañas de los alrededores de Buenos Aires y a las de la Comisión científica agregada al Estado Mayor del general Julio A. Roca, de la expedición al Río Negro. Las expediciones francesas al Cabo de Hornos, alemana al Estrecho de Magallanes y sueca a esas mismas regiones, contribuyen notablemente para el conocimiento de la fauna de las gobernaciones de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, sucediendo lo mismo con los viajes de Backhausen, Lebrun y del doctor Filippo Silvestri. Mucho menos conocida, aunque visitada por dos expediciones científicas, es la región del Chaco, con sus atañas estudiadas por Tullgren (que determina las de la expedición sueca a Magallanes y clasifica las recogidas por Nordenskiold) y por E. Simón, a quien manda Borelli las que colectara en su viaje al Paraguay y Chaco argentino. Para el resto del territorio de la República casi nada se conocía.
El profesor Birabén, que ya había recorrido las gobernaciones del sur en los meses de enero a marzo de 1908 y viajado hasta Jujuy, por Córdoba, La Rioja, Catamarca, Tucumán y Salta en los mismos meses del año 1989, visitó a fines de ese mismo año la provincia de Santa Fe, pasando después por el Chaco a Santiago del Estero; de enero a marzo de 1940 recorrió Córdoba, La Rioja, San Juan, Mendoza y San Luis. El número de localidades en que se hicieron colectas de arácnidos asciende a más de doscientas: De la provincia de Santa Fe aún no se había descripto una sola araña.
Me pareció interesante dividir el último viaje del profesor Birabén en tres secciones: una para esa desconocida Santa Fe, otra para la fauna del Chaco y de Santiago del Estero y la tercera para las provincias del oeste, examinando entonces las afinidades faunísticas de Córdoba.Las arañas de Córdoba, La Rioja, Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy colectadas por los profesores BirabénMello Leitão, Cándido dehttp://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/1226172021-08-12T20:04:31Z1941-01-01T00:00:00ZArticulo
Revista del Museo de La Plata (nueva serie); tomo II, no. 12, sección Zoología
En sus tan provechosas jiras científicas, hechas durante las vacaciones universitarias, el profesor doctor Max Birabén y su señora esposa, doctora María Isabel Hylton Scott, recorrieron en los meses de febrero y marzo de 1939 las provincias de Córdoba, La Rioja, Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy. El resultado de ese viaje ha sido de los más brillantes, no sólo por el número de nuevas formas como aún por el valioso subsidio zoogeográfico, sobre todo si comparamos los resultados faunísticos actuales con los obtenidos de su anterior viaje por las gobernaciones del sur, que nos ponen frente a dos provincias zoogeográficas muy distintas. Gracias a las excursiones de los profesores Birabén y a su celo en la colecta de arácnidos, el número de arañas conocidas de Argentina, que era de 246 en 1933, es hoy de 506. En las provincias del norte han sido colectadas 200 especies, entre las cuales 6 son de familias todavía no observadas en Argentina: Pisáuridos, Ulobóridos y Capónidos. Doy a continuación la lista de esas 200 especies, con la descripción de las que son nuevas, y algunas notas sobre las poco conocidas.
1941-01-01T00:00:00ZEn sus tan provechosas jiras científicas, hechas durante las vacaciones universitarias, el profesor doctor Max Birabén y su señora esposa, doctora María Isabel Hylton Scott, recorrieron en los meses de febrero y marzo de 1939 las provincias de Córdoba, La Rioja, Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy. El resultado de ese viaje ha sido de los más brillantes, no sólo por el número de nuevas formas como aún por el valioso subsidio zoogeográfico, sobre todo si comparamos los resultados faunísticos actuales con los obtenidos de su anterior viaje por las gobernaciones del sur, que nos ponen frente a dos provincias zoogeográficas muy distintas. Gracias a las excursiones de los profesores Birabén y a su celo en la colecta de arácnidos, el número de arañas conocidas de Argentina, que era de 246 en 1933, es hoy de 506. En las provincias del norte han sido colectadas 200 especies, entre las cuales 6 son de familias todavía no observadas en Argentina: Pisáuridos, Ulobóridos y Capónidos. Doy a continuación la lista de esas 200 especies, con la descripción de las que son nuevas, y algunas notas sobre las poco conocidas.Descripción de dos himenópteros (Chalcid.) parásitos de larvas de <i>Strobelia braccharidis</i> Rond.Blanchard, Everard E.http://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/1226152021-08-12T20:04:40Z1940-01-01T00:00:00ZArticulo
Revista del Museo de La Plata (nueva serie); tomo II, no. 11, sección Zoología; http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/122612
El doctor Carlos Bruch ha tenido la deferencia de confiarme la identificación de las dos interesantes especies de calcidoideos que obtuvo de las crías del díptero, cuya biología forma el tema principal de este trabajo. Las dos formas han resultado nuevas para nuestra entomofauna, y una de ellas, representante de un género nuevo al que doy el nombre de Epicatolaccus.
1940-01-01T00:00:00ZEl doctor Carlos Bruch ha tenido la deferencia de confiarme la identificación de las dos interesantes especies de calcidoideos que obtuvo de las crías del díptero, cuya biología forma el tema principal de este trabajo. Las dos formas han resultado nuevas para nuestra entomofauna, y una de ellas, representante de un género nuevo al que doy el nombre de Epicatolaccus.Observaciones biológicas sobre <i>Strobelia baccharidis</i> Rondani (Dipt. Trypetidae)Bruch, Carloshttp://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/1226122021-08-12T20:04:42Z1940-01-01T00:00:00ZArticulo
Revista del Museo de La Plata (nueva serie); tomo II, no. 11, sección Zoología
Durante mi reciente estada (enero de 1940) en las sierras al noroeste de Alta Gracia, provincia de Córdoba, frecuentemente encontré en las ramitas de una Compuesta, secreciones en forma de espumas blancas, que desde muchos años atrás había visto ya en otras regiones del norte argentino, sin haberme ocupado de ellas más detenidamente. Esta vez me propuse averiguar el origen de dichas secreciones y pude criar de las larvas causantes de las espumas, unas hermosas moscas, lo que me permite ofrecer ahora, los resultados de aquellas investigaciones. A mi distinguido colega, el entomólogo don Everard E. Blanchard, debo las primeras indicaciones acerca de esta mosca (Strobelia baccharidis Rond.) y también el estudio de los himenópteros parásitos de las larvas de esta última, cuyas descripciones siguen a este capítulo.
1940-01-01T00:00:00ZDurante mi reciente estada (enero de 1940) en las sierras al noroeste de Alta Gracia, provincia de Córdoba, frecuentemente encontré en las ramitas de una Compuesta, secreciones en forma de espumas blancas, que desde muchos años atrás había visto ya en otras regiones del norte argentino, sin haberme ocupado de ellas más detenidamente. Esta vez me propuse averiguar el origen de dichas secreciones y pude criar de las larvas causantes de las espumas, unas hermosas moscas, lo que me permite ofrecer ahora, los resultados de aquellas investigaciones. A mi distinguido colega, el entomólogo don Everard E. Blanchard, debo las primeras indicaciones acerca de esta mosca (Strobelia baccharidis Rond.) y también el estudio de los himenópteros parásitos de las larvas de esta última, cuyas descripciones siguen a este capítulo.Obsevaciones sobre guanacos cruzados con llamas en Barreto (Cordoba)Mac Donagh, Emiliano Joséhttp://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/1218812021-07-16T20:04:02Z1940-01-01T00:00:00ZArticulo
Revista del Museo de La Plata (nueva serie); tomo II, no. 10, sección Zoología
Hace dos años publiqué un estudio sobre algunos elementos faunísticos de la zona de los pozos termales de Barreto, en el sur de Córdoba. Allí puede consultarse la descripción de la zona. En mi tercer viaje de estudios amplié las colecciones y observaciones, siendo nuevamente huésped de la estancia «La Magdalena» de los señores Francisco y Gustavo Muñiz Barreto, a quienes mucho les agradezco. El estudio más novedoso entre los muchos que brinda aquella región y sus estancias donde se practica inteligentemente la aclimatación, fue el de unas tropas de guanacos en el campo llamado «El Surgente» del primero de los señores nombrados, quien incluso me concedió el permiso para cazar los ejemplares necesarios para mi investigación, además de darme otras facilidades, ayuda del personal, etc. El estudio fue muy interesante, en cuanto a la naturalidad de la aclimatación, los caracteres de cruzamiento, las costumbres en manada e individuales; en una palabra, el «comportamiento», palabra con que en nuestro idioma expresamos el concepto de «behaviour», estudio de una disciplina cuyo creciente interés en nuestros días se explica porque llega como coronamiento de los estudios de ecología. Las observaciones fueron documentadas con fotografías tomadas con teleobjetivos y sobre películas pancromáticas con filtro amarillo claro.
1940-01-01T00:00:00ZHace dos años publiqué un estudio sobre algunos elementos faunísticos de la zona de los pozos termales de Barreto, en el sur de Córdoba. Allí puede consultarse la descripción de la zona. En mi tercer viaje de estudios amplié las colecciones y observaciones, siendo nuevamente huésped de la estancia «La Magdalena» de los señores Francisco y Gustavo Muñiz Barreto, a quienes mucho les agradezco. El estudio más novedoso entre los muchos que brinda aquella región y sus estancias donde se practica inteligentemente la aclimatación, fue el de unas tropas de guanacos en el campo llamado «El Surgente» del primero de los señores nombrados, quien incluso me concedió el permiso para cazar los ejemplares necesarios para mi investigación, además de darme otras facilidades, ayuda del personal, etc. El estudio fue muy interesante, en cuanto a la naturalidad de la aclimatación, los caracteres de cruzamiento, las costumbres en manada e individuales; en una palabra, el «comportamiento», palabra con que en nuestro idioma expresamos el concepto de «behaviour», estudio de una disciplina cuyo creciente interés en nuestros días se explica porque llega como coronamiento de los estudios de ecología. Las observaciones fueron documentadas con fotografías tomadas con teleobjetivos y sobre películas pancromáticas con filtro amarillo claro.Arañas de la provincia de Buenos Aires y de las gobernaciones de La Pampa, Neuquén, Río Negro y ChubutMello Leitão, Cándido dehttp://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/1218802021-07-16T20:04:04Z1940-01-01T00:00:00ZArticulo
Revista del Museo de La Plata (nueva serie); tomo II, no. 9, sección Zoología
Durante los meses de enero a marzo de 1938, los profesores doctor Max Birabén y su señora esposa doctora María Isabel Hylton Scott han recorrido, en viaje científico, la provincia de Buenos Aires y las gobernaciones del sur hasta Comodoro Rivadavia, colectando un muy rico e interesante material aracnológico. En notas anteriores hice conocer los resultados de las colecciones de alacranes, pseudoscorpiones y solífugos por ellos recogidos. El número de especies de arañas fue, como era de presumir, muchísimo mas importante. Sin embargo, se puede asegurar que la fauna aracnológica de la Argentina es todavía desconocida: de las cuarenta mil especies ya catalogadas, ni cuatrocientas corresponden a su fauna, lo que considero no representa ni la quinta parte de la realidad. Las 95 especies colectadas por los profesores Birabén se distribuyen en 24 familias y 56 géneros.
1940-01-01T00:00:00ZDurante los meses de enero a marzo de 1938, los profesores doctor Max Birabén y su señora esposa doctora María Isabel Hylton Scott han recorrido, en viaje científico, la provincia de Buenos Aires y las gobernaciones del sur hasta Comodoro Rivadavia, colectando un muy rico e interesante material aracnológico. En notas anteriores hice conocer los resultados de las colecciones de alacranes, pseudoscorpiones y solífugos por ellos recogidos. El número de especies de arañas fue, como era de presumir, muchísimo mas importante. Sin embargo, se puede asegurar que la fauna aracnológica de la Argentina es todavía desconocida: de las cuarenta mil especies ya catalogadas, ni cuatrocientas corresponden a su fauna, lo que considero no representa ni la quinta parte de la realidad. Las 95 especies colectadas por los profesores Birabén se distribuyen en 24 familias y 56 géneros.