Número 20http://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/448312024-03-28T08:53:38Z2024-03-28T08:53:38ZOficios Terrestres | Número 20 | Número especial: Rodolfo Walsh, a 30 añosFacultad de Periodismo y Comunicación Socialhttp://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/485722019-08-02T20:03:47Z2007-01-01T00:00:00ZEdicion de revista
Oficios Terrestres; no. 20
Editorial
Ese miedo | <b>Carlos Giordano</b>
El camino de Rodolfo Walsh | <b>Miguel Bonasso</b>
El Facundo de Walsh | <b>Horacio Verbitsky</b>
RW: el fulgor y la memoria | <b>Martín Malharro</b>
Escrituras de la investigación e inscripciones del investigador | <b>Roberto Retamoso</b>
Rodolfo Walsh y la prensa clandestina | <b>Roberto Baschetti</b>
El militarismo en las obras teatrales de Rodolfo Walsh | <b>Eleonora Bertranou</b>
Cuando la escritura es una cuestión de fondo | <b>Adriana A. Bocchino</b>
Rodolfo Walsh: un ejemplo de lucha integral | <b>Carlos Leavi</b>
De Tomás Eloy Martínez, un recuerdo
<i>Entrevista</i>
Entrevista a Patricia Walsh | <b>Lalo Panceira</b>
<i>Lecturas</i>
<i>Noticias</i>
2007-01-01T00:00:00ZEditorial
Ese miedo | <b>Carlos Giordano</b>
El camino de Rodolfo Walsh | <b>Miguel Bonasso</b>
El Facundo de Walsh | <b>Horacio Verbitsky</b>
RW: el fulgor y la memoria | <b>Martín Malharro</b>
Escrituras de la investigación e inscripciones del investigador | <b>Roberto Retamoso</b>
Rodolfo Walsh y la prensa clandestina | <b>Roberto Baschetti</b>
El militarismo en las obras teatrales de Rodolfo Walsh | <b>Eleonora Bertranou</b>
Cuando la escritura es una cuestión de fondo | <b>Adriana A. Bocchino</b>
Rodolfo Walsh: un ejemplo de lucha integral | <b>Carlos Leavi</b>
De Tomás Eloy Martínez, un recuerdo
<i>Entrevista</i>
Entrevista a Patricia Walsh | <b>Lalo Panceira</b>
<i>Lecturas</i>
<i>Noticias</i>Rodolfo Walsh, ese padre de su pasado: Reseña de Jozami, Eduardo. Rodolfo Walsh, la palabra y la acción. Editorial NormaCremonte, Uliseshttp://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/448442019-08-02T20:03:46Z2007-01-01T00:00:00ZRevision
Oficios Terrestres; no. 20
Con un estilo riguroso, poblado de datos y referencias puntuales, pero sin perder agilidad, Eduardo Jozami acierta en una decisión que atraviesa su libro: coloca a Rodolfo Walsh frente a su espejo y, al hacerlo, además, lo baja del pedestal en el que de un tiempo a esta parte se lo ha ubicado. Y si decimos en espejo es porque en cada una de las diversas épocas de la vida de Walsh aparecen citas donde él mismo reflexiona sobre sus comportamientos en el pasado. Uno descubre cómo la autoreferencia se transforma en la principal herramienta que Walsh utiliza a la hora de pensar y pensarse.
2007-01-01T00:00:00ZCon un estilo riguroso, poblado de datos y referencias puntuales, pero sin perder agilidad, Eduardo Jozami acierta en una decisión que atraviesa su libro: coloca a Rodolfo Walsh frente a su espejo y, al hacerlo, además, lo baja del pedestal en el que de un tiempo a esta parte se lo ha ubicado. Y si decimos en espejo es porque en cada una de las diversas épocas de la vida de Walsh aparecen citas donde él mismo reflexiona sobre sus comportamientos en el pasado. Uno descubre cómo la autoreferencia se transforma en la principal herramienta que Walsh utiliza a la hora de pensar y pensarse.Rodolfo Walsh, platense: Entrevista a Patricia WalshPainceira, Juliohttp://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/448432019-08-02T20:03:42Z2007-01-01T00:00:00ZContribucion a revista
Oficios Terrestres; no. 20
Patricia Walsh empieza a hablar de su padre en una mesa de bar ubicada en la vereda de Bulnes y Córdoba, aunque el ruido de la calle sea ensordecedor. Pero es obligatorio estar allí, porque ella fuma. Y como todo fumador porteño soporta la expulsión de los lugares públicos cerrados. No le importa. Lo acata. Polemista, abandonará por un rato su militancia política, y la actividad que le demanda su precandidatura a la Presidencia, para recordar a su padre. Será casi un largo monólogo, lanzado como si buscara siempre un contendiente.
2007-01-01T00:00:00ZPatricia Walsh empieza a hablar de su padre en una mesa de bar ubicada en la vereda de Bulnes y Córdoba, aunque el ruido de la calle sea ensordecedor. Pero es obligatorio estar allí, porque ella fuma. Y como todo fumador porteño soporta la expulsión de los lugares públicos cerrados. No le importa. Lo acata. Polemista, abandonará por un rato su militancia política, y la actividad que le demanda su precandidatura a la Presidencia, para recordar a su padre. Será casi un largo monólogo, lanzado como si buscara siempre un contendiente.De Tomás Eloy Martínez, un recuerdoOficios Terrestreshttp://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/448422019-08-02T20:03:41Z2007-01-01T00:00:00ZContribucion a revista
Oficios Terrestres; no. 20
Martínez, Tomás Eloy
El 6 de agosto de 2003 la Facultad de Periodismo de la ciudad de La Plata, Argentina, otorgó el Premio Rodolfo Walsh a la Trayectoria a Tomás Eloy Martínez. En dicha oportunidad, el escritor y periodista se refirió a la importancia que para él significaba recibir dicha distinción. A continuación se transcriben las palabras que pronunció durante la ceremonia.
2007-01-01T00:00:00ZEl 6 de agosto de 2003 la Facultad de Periodismo de la ciudad de La Plata, Argentina, otorgó el Premio Rodolfo Walsh a la Trayectoria a Tomás Eloy Martínez. En dicha oportunidad, el escritor y periodista se refirió a la importancia que para él significaba recibir dicha distinción. A continuación se transcriben las palabras que pronunció durante la ceremonia.Rodolfo Walsh: un ejemplo de lucha integral: Apuntes sobre experiencias colectivas y matrices popularesLeavi Gardoni, Carloshttp://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/448412019-08-02T20:03:40Z2007-01-01T00:00:00ZArticulo
Oficios Terrestres; no. 20
Rodolfo Walsh fue protagonista de una de las organizaciones más importantes de nuestro movimiento obrero: la CGT de los argentinos. Su rol explícito: director del semanario <i>CGT</i>, órgano de difusión de la central obrera desde su creación, en mayo de 1968. Su rol real: militante integral en la construcción de alternativas políticas, sean sindicales, culturales o periodísticas, para transformar y revolucionar la realidad social y económica de nuestro país.
2007-01-01T00:00:00ZRodolfo Walsh fue protagonista de una de las organizaciones más importantes de nuestro movimiento obrero: la CGT de los argentinos. Su rol explícito: director del semanario <i>CGT</i>, órgano de difusión de la central obrera desde su creación, en mayo de 1968. Su rol real: militante integral en la construcción de alternativas políticas, sean sindicales, culturales o periodísticas, para transformar y revolucionar la realidad social y económica de nuestro país.Cuando la escritura es una cuestión de fondoBocchino, Adriana A.http://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/448402019-08-02T20:03:33Z2007-01-01T00:00:00ZArticulo
Oficios Terrestres; no. 20
Este trabajo es la reescritura abreviada de un trabajo mayor sobre Rodolfo Walsh que publiqué hace unos años en colaboración con otras investigadoras, y que ahora resumo en torno a la polémica sobre la construcción del género abordado por la producción del escritor, periodista y militante argentino. Habiendo trabajado su escritura cuando Walsh era un apellido que había que deletrear, es decir, al poco tiempo de iniciada la democracia, es notorio que su producción se fue imponiendo poco a poco de manera paradigmática. Hoy difícilmente se desconozca su nombre y, en especial, en relación a una forma de escritura llamada de “no ficción” que, por lo pronto, prefiero denominar testimonial.
2007-01-01T00:00:00ZEste trabajo es la reescritura abreviada de un trabajo mayor sobre Rodolfo Walsh que publiqué hace unos años en colaboración con otras investigadoras, y que ahora resumo en torno a la polémica sobre la construcción del género abordado por la producción del escritor, periodista y militante argentino. Habiendo trabajado su escritura cuando Walsh era un apellido que había que deletrear, es decir, al poco tiempo de iniciada la democracia, es notorio que su producción se fue imponiendo poco a poco de manera paradigmática. Hoy difícilmente se desconozca su nombre y, en especial, en relación a una forma de escritura llamada de “no ficción” que, por lo pronto, prefiero denominar testimonial.El militarismo en las obras teatrales de Rodolfo WalshBertranou, Eleonorahttp://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/448392019-08-02T20:03:32Z2007-01-01T00:00:00ZArticulo
Oficios Terrestres; no. 20
Rodolfo Walsh escribió sus dos únicas obras de teatro en 1965, cuando ya se reconocía como un intelectual de izquierda, bajo la influencia de su experiencia cubana, pero aún reticente a creer que para los países latinoamericanos era posible dar comienzo a un proyecto revolucionario liderado por grupos guerrilleros. En la tematización de las Fuerzas Armadas, Walsh llama la atención sobre el militarismo de los países latinoamericanos y usa la sátira para agudizar su crítica a tal fenómeno. En <i>La granada</i>, reconoce el rol de la institución militar bajo un nuevo orden mundial y ridiculiza al Ejército argentino por su inoperancia. En <i>La batalla</i>, presenta el enfrentamiento entre el gobierno de un dictador militar y la insurgencia de izquierda. En ambas obras encontramos reflejado el problema del intelectual sesentista latinoamericano que debe interpretar la polarización de la posguerra, y enfrentar el dilema del compromiso que lo situará entre la prescindencia y la militancia.
2007-01-01T00:00:00ZRodolfo Walsh escribió sus dos únicas obras de teatro en 1965, cuando ya se reconocía como un intelectual de izquierda, bajo la influencia de su experiencia cubana, pero aún reticente a creer que para los países latinoamericanos era posible dar comienzo a un proyecto revolucionario liderado por grupos guerrilleros. En la tematización de las Fuerzas Armadas, Walsh llama la atención sobre el militarismo de los países latinoamericanos y usa la sátira para agudizar su crítica a tal fenómeno. En <i>La granada</i>, reconoce el rol de la institución militar bajo un nuevo orden mundial y ridiculiza al Ejército argentino por su inoperancia. En <i>La batalla</i>, presenta el enfrentamiento entre el gobierno de un dictador militar y la insurgencia de izquierda. En ambas obras encontramos reflejado el problema del intelectual sesentista latinoamericano que debe interpretar la polarización de la posguerra, y enfrentar el dilema del compromiso que lo situará entre la prescindencia y la militancia.Rodolfo Walsh y la prensa clandestina: Escritura y militancia políticaBaschetti, Robertohttp://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/448382019-08-02T20:03:45Z2007-01-01T00:00:00ZArticulo
Jornadas sobre Medios y Dictadura (Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, 2006); Oficios Terrestres; no. 20
Cuando me refiero a Rodolfo Walsh vuelven una y otra vez a mi mente dos imágenes de su vida. Una cuando tenía 20 años, y lleno de expectativas y futuro cursaba el profesorado de Letras en la Facultad de Humanidades de La Plata y anhelaba ser un profesional reconocido. Lleno de sueños, pero sin un peso en el bolsillo, solía acompañar a su novia a la casa y fingir que se despedían ante la atenta mirada de los padres. Lo que en realidad sucedía era que Elina pasaba por la cocina, armaba un sandwich “chacarero” -uno de esos donde se ponía de todo un poco-, subía a la planta alta y desde su cuarto, envuelta y atada a una piola, la cena de Rodolfo, que esperaba ansioso en la vereda, llegaba a sus manos. La otra data de 30 años más tarde, cuando ya Walsh tiene 50 y en plena calle, en el barrio de Constitución, no se entrega con vida al ser rodeado por una patota de la ESMA que lo buscaba afanosamente. Dos imágenes: la que va del pibe soñador al militante político de acero.¿Qué cambió de una a otra?, ¿qué ocurrió en el trayecto que las une?
2007-01-01T00:00:00ZCuando me refiero a Rodolfo Walsh vuelven una y otra vez a mi mente dos imágenes de su vida. Una cuando tenía 20 años, y lleno de expectativas y futuro cursaba el profesorado de Letras en la Facultad de Humanidades de La Plata y anhelaba ser un profesional reconocido. Lleno de sueños, pero sin un peso en el bolsillo, solía acompañar a su novia a la casa y fingir que se despedían ante la atenta mirada de los padres. Lo que en realidad sucedía era que Elina pasaba por la cocina, armaba un sandwich “chacarero” -uno de esos donde se ponía de todo un poco-, subía a la planta alta y desde su cuarto, envuelta y atada a una piola, la cena de Rodolfo, que esperaba ansioso en la vereda, llegaba a sus manos. La otra data de 30 años más tarde, cuando ya Walsh tiene 50 y en plena calle, en el barrio de Constitución, no se entrega con vida al ser rodeado por una patota de la ESMA que lo buscaba afanosamente. Dos imágenes: la que va del pibe soñador al militante político de acero.¿Qué cambió de una a otra?, ¿qué ocurrió en el trayecto que las une?Escritura de la investigación e inscripciones del investigadorRetamoso, Robertohttp://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/448372019-08-02T20:03:31Z2007-01-01T00:00:00ZArticulo
Oficios Terrestres; no. 20
De manera amplia, y por momentos dominante, la literatura de Rodolfo Walsh se expone como la escritura de una investigación. Así, podría decirse que lo que en ella se cuenta generalmente es ese proceso por el cual una verdad se persigue. Concebida de tal modo, esa verdad se caracteriza, antes que por su naturaleza absoluta y definitiva -como si se tratase de una verdad revelada por una palabra religiosa o filosófica-, por su naturaleza ciertamente relativa y provisoria, más próxima a las formas de las obras modeladas por el accionar práctico que a las formas trascendentales del pensar filosófico.
2007-01-01T00:00:00ZDe manera amplia, y por momentos dominante, la literatura de Rodolfo Walsh se expone como la escritura de una investigación. Así, podría decirse que lo que en ella se cuenta generalmente es ese proceso por el cual una verdad se persigue. Concebida de tal modo, esa verdad se caracteriza, antes que por su naturaleza absoluta y definitiva -como si se tratase de una verdad revelada por una palabra religiosa o filosófica-, por su naturaleza ciertamente relativa y provisoria, más próxima a las formas de las obras modeladas por el accionar práctico que a las formas trascendentales del pensar filosófico.RW: el fulgor y la memoriaMalharro, Martín Arturohttp://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/448362019-08-02T20:03:34Z2007-01-01T00:00:00ZArticulo
Oficios Terrestres; no. 20
Éramos imberbes, soberbios y magníficos. Éramos crédulos hasta la saciedad, inocentes hasta el tuétano y tan ignorantes que confundíamos información con conocimiento y todos adolecíamos en grado supremo de esa tendencia fascinante y boba de condensar la compleja realidad en fórmulas teóricas y epítetos rumbosos. Éramos jóvenes.
2007-01-01T00:00:00ZÉramos imberbes, soberbios y magníficos. Éramos crédulos hasta la saciedad, inocentes hasta el tuétano y tan ignorantes que confundíamos información con conocimiento y todos adolecíamos en grado supremo de esa tendencia fascinante y boba de condensar la compleja realidad en fórmulas teóricas y epítetos rumbosos. Éramos jóvenes.El <i>Facundo</i> de WalshVerbitsky, Horaciohttp://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/448352019-08-02T20:03:38Z2007-01-01T00:00:00ZArticulo
Oficios Terrestres; no. 20
Para recordar a Rodolfo J. Walsh hay que hablar también de la belleza, la de su prosa y la de su vida. De su ética y de su estética. Ese vuelo lento de la belleza que observó Gelman le llevó tiempo, según dice Walsh en su autobiografía. Pero no para aprender a armar un cuento o sentir la respiración de un texto, sino para recorrer un itinerario que conduce a una clave profunda de la literatura argentina.
Artículo publicado en <i>El Periodista de Buenos Aires</i>, no. 2, septiembre de 1984.
2007-01-01T00:00:00ZPara recordar a Rodolfo J. Walsh hay que hablar también de la belleza, la de su prosa y la de su vida. De su ética y de su estética. Ese vuelo lento de la belleza que observó Gelman le llevó tiempo, según dice Walsh en su autobiografía. Pero no para aprender a armar un cuento o sentir la respiración de un texto, sino para recorrer un itinerario que conduce a una clave profunda de la literatura argentina.El camino de Rodolfo WalshBonasso, Miguelhttp://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/448342019-08-02T20:03:37Z2007-01-01T00:00:00ZArticulo
Oficios Terrestres; no. 20
Nadie, excepto un profesional de la muerte, hubiera podido adivinar que ese hombre miope, apacible, apenas un profesor jubilado con un sombrero de paja, que discurría entre la muchedumbre de la estación ferroviaria, era Neurus o Esteban, el jefe de inteligencia de Montoneros. Incluso a los ciudadanos bien informados les hubiera costado asociar aquellos alias clandestinos con el escritor que había brillado en los sesenta como el investigador riguroso de <i>Operación Masacre</i> y el cuentista admirable de <i>Los oficios terrestres</i>: Rodolfo Walsh.
Nota publicada en el número 245 de la revista cubana <i>Casa de las Américas</i>.
2007-01-01T00:00:00ZNadie, excepto un profesional de la muerte, hubiera podido adivinar que ese hombre miope, apacible, apenas un profesor jubilado con un sombrero de paja, que discurría entre la muchedumbre de la estación ferroviaria, era Neurus o Esteban, el jefe de inteligencia de Montoneros. Incluso a los ciudadanos bien informados les hubiera costado asociar aquellos alias clandestinos con el escritor que había brillado en los sesenta como el investigador riguroso de <i>Operación Masacre</i> y el cuentista admirable de <i>Los oficios terrestres</i>: Rodolfo Walsh.Ese miedoGiordano, Carlos Joséhttp://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/448332019-08-02T20:03:36Z2007-01-01T00:00:00ZArticulo
Oficios Terrestres; no. 20
Escucharon que descifró códigos secretos con un manual escolar. Que cuando él hablaba los compañeros aprendían. Escucharon que escribía aun sin lápices ni máquinas. Que guardaba las frases en su cabeza. Que las rescataba en cualquier momento y que la gente esperaba por ellas.
2007-01-01T00:00:00ZEscucharon que descifró códigos secretos con un manual escolar. Que cuando él hablaba los compañeros aprendían. Escucharon que escribía aun sin lápices ni máquinas. Que guardaba las frases en su cabeza. Que las rescataba en cualquier momento y que la gente esperaba por ellas.EditorialBernetti, Jorge Luishttp://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/448322019-08-02T20:03:43Z2007-01-01T00:00:00ZContribucion a revista
Oficios Terrestres; no. 20
Walsh fue un periodista de la palabra escrita, del diario, la revista y la agencia de noticias. Por eso cabe preguntarnos, en una época donde la revolución tecnológica impone la imagen de manera decisiva, ¿qué tiene para decirnos aquella obra y aquella conducta sobre este presente? ¿Miramos ese pasado con melancolía, con autosatisfacción, porque nos reivindica? ¿O podemos extraer de esa obra una contribución orientadora del presente y del futuro?
Discurso pronunciado por el autor en la plaza San Martín de La Plata, el 26 de marzo de 2007, con motivo de la inauguración de una escultura en homenaje al periodista Rodolfo Walsh, al cumplirse 30 años de su asesinato y desaparición.
2007-01-01T00:00:00ZWalsh fue un periodista de la palabra escrita, del diario, la revista y la agencia de noticias. Por eso cabe preguntarnos, en una época donde la revolución tecnológica impone la imagen de manera decisiva, ¿qué tiene para decirnos aquella obra y aquella conducta sobre este presente? ¿Miramos ese pasado con melancolía, con autosatisfacción, porque nos reivindica? ¿O podemos extraer de esa obra una contribución orientadora del presente y del futuro?