Volumen 01 | Número 04http://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/893872024-03-19T11:07:08Z2024-03-19T11:07:08ZRevista de Enfermedades Infecciosas Emergentes (REIE) | Volumen 1 | Número 4Facultad de Ciencias Veterinariashttp://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/923622020-03-30T20:03:01Z1997-12-01T00:00:00ZEdicion de revista
Revista de Enfermedades Infecciosas Emergentes (REIE); vol. 1, no.4
<i>Revisiones</i>
- El aumento de la Rabia de la fauna silvestre: ¿Una Causa de Interés o Intervención de Salud Pública? | Charles E. Rupprecht, Jean S. Smith, Makonnen Fekadu, y James E. Childs
- El diagnóstico de Tuberculosis en Niños: El necesario aumento de Mejores Métodos | Ejaz A. Kahn y Jeffrey R. Starke
- Puntos de Gestión de Datos para Enfermedades Emergentes y Nuevas Herramientas de Vigilancia y Datos de Laboratorio | Stanley M. Martin and Nancy H. Bean
<i>Comentarios</i>
- Helicobacter hepaticus, un Patógeno Bacteriano Recientemente Reconocido, asociado con Hepatitis Crónica y Neoplasia Hepatocelular en Ratones de Laboratorio | Jerry M. Rice
- Síndrome urémico hemolítico debido a Escherichia coli 048:H21 productora de Toxina Shiga-like en el Sur Australia | Paul N. Goldwater y Karl A. Bettelheim
- ¿El Tratamiento de la Diarrea Hemorrágica debido a Shigella dysenteriae tipo 1 con Ampicilina Precipita al Síndrome Urémico Hemolítico? | Abdulaziz A. A. Bin Saeed, Hassan E. El Bushra, y Nasser A. Al-Hamdan
- Cólera Epidémico en el Nuevo Mundo: Traduciendo la Epidemiología de Campo en Nuevas Estrategias de Prevención | Robert V. Tauxe, Eric D. Mintz, y Robert E.Quick.
<i>Actualidad</i>
- ¿El Virus del Serogrupo Bunyamwera norteamericano es el Agente Etiológico de Fallas del Sistema Nervioso Central Congénitas Humanas ? | Charles H. Calisher y John L. Separar
- El virus de la Coriomeningitis Leucocitaria: Un Patógeno Teratogénico no reconocido | Leslie L. Barton, C.J.Peters y T.G. Ksiazek
<i>Noticias y Notas</i>
- Directivas sobre Riesgo de Transmisión de Agentes Infecciosos Durante los Xenotransplantes | Louisa E. Chapman
- Construyendo un Sistema Geográfico de Información (GIS) de Infraestructura de Salud Pública para la Investigación y Control de Enfermedades Tropicales | Allen W. Hightower, Robert E. Kline
1997-12-01T00:00:00Z<i>Revisiones</i>
- El aumento de la Rabia de la fauna silvestre: ¿Una Causa de Interés o Intervención de Salud Pública? | Charles E. Rupprecht, Jean S. Smith, Makonnen Fekadu, y James E. Childs
- El diagnóstico de Tuberculosis en Niños: El necesario aumento de Mejores Métodos | Ejaz A. Kahn y Jeffrey R. Starke
- Puntos de Gestión de Datos para Enfermedades Emergentes y Nuevas Herramientas de Vigilancia y Datos de Laboratorio | Stanley M. Martin and Nancy H. Bean
<i>Comentarios</i>
- Helicobacter hepaticus, un Patógeno Bacteriano Recientemente Reconocido, asociado con Hepatitis Crónica y Neoplasia Hepatocelular en Ratones de Laboratorio | Jerry M. Rice
- Síndrome urémico hemolítico debido a Escherichia coli 048:H21 productora de Toxina Shiga-like en el Sur Australia | Paul N. Goldwater y Karl A. Bettelheim
- ¿El Tratamiento de la Diarrea Hemorrágica debido a Shigella dysenteriae tipo 1 con Ampicilina Precipita al Síndrome Urémico Hemolítico? | Abdulaziz A. A. Bin Saeed, Hassan E. El Bushra, y Nasser A. Al-Hamdan
- Cólera Epidémico en el Nuevo Mundo: Traduciendo la Epidemiología de Campo en Nuevas Estrategias de Prevención | Robert V. Tauxe, Eric D. Mintz, y Robert E.Quick.
<i>Actualidad</i>
- ¿El Virus del Serogrupo Bunyamwera norteamericano es el Agente Etiológico de Fallas del Sistema Nervioso Central Congénitas Humanas ? | Charles H. Calisher y John L. Separar
- El virus de la Coriomeningitis Leucocitaria: Un Patógeno Teratogénico no reconocido | Leslie L. Barton, C.J.Peters y T.G. Ksiazek
<i>Noticias y Notas</i>
- Directivas sobre Riesgo de Transmisión de Agentes Infecciosos Durante los Xenotransplantes | Louisa E. Chapman
- Construyendo un Sistema Geográfico de Información (GIS) de Infraestructura de Salud Pública para la Investigación y Control de Enfermedades Tropicales | Allen W. Hightower, Robert E. KlineEl virus de la Coriomeningitis leucocitaria: un patógeno teratogénico no reconocidoBarton, Leslie L.Peters, C. J.Ksiazek, T. G.http://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/923562020-03-30T20:03:02Z1997-12-01T00:00:00ZComunicacion
Revista de Enfermedades Infecciosas Emergentes (REIE); vol. 1, no.4
Virus de la Coriomeningitis linfocitaria (LCMV), el primer miembro de la familia arenavirus en ser aislado, es el agente causante de una zoonosis adquirida de ratones o hamster crónicamente virémicos . El espectro clínico de la infección humana adquirida de LCMV se extiende desde inaparente y asintomático a, en raros ejemplos, una enfermedad severa sintomática, sistémica, fatal del sistema nervioso central (SNC). La infección intrauterina de LCMV ha resultado en muerte fetal o neonatal, así como también hidrocéfalo y corioretinitis en infantes.
Nosotros hemos diagnosticado infección a LCMV congénita en tres infantes y hemos organizado datos inéditos y publicados sobre tres infantes afectados más (8, G.R.Istre, com. pers.). Este informe resume brevemente los aspectos salientes de la infección en cinco de estos seis infantes Estadounidense y plantea las similitudes entre éstos y los aspectos observados anteriormente temprano en Europa. Nosotros sugerimos que LCMV es una causa más frecuente de enfermedad del SNC en recién nacidos que lo anteriormente reconocido.
1997-12-01T00:00:00ZVirus de la Coriomeningitis linfocitaria (LCMV), el primer miembro de la familia arenavirus en ser aislado, es el agente causante de una zoonosis adquirida de ratones o hamster crónicamente virémicos . El espectro clínico de la infección humana adquirida de LCMV se extiende desde inaparente y asintomático a, en raros ejemplos, una enfermedad severa sintomática, sistémica, fatal del sistema nervioso central (SNC). La infección intrauterina de LCMV ha resultado en muerte fetal o neonatal, así como también hidrocéfalo y corioretinitis en infantes.
Nosotros hemos diagnosticado infección a LCMV congénita en tres infantes y hemos organizado datos inéditos y publicados sobre tres infantes afectados más (8, G.R.Istre, com. pers.). Este informe resume brevemente los aspectos salientes de la infección en cinco de estos seis infantes Estadounidense y plantea las similitudes entre éstos y los aspectos observados anteriormente temprano en Europa. Nosotros sugerimos que LCMV es una causa más frecuente de enfermedad del SNC en recién nacidos que lo anteriormente reconocido.¿El virus del serogrupo Bunyamwera norteamericano es el agente etiológico de fallas del sistema nervioso central congénitas humanas ?Calisher, CharlesSever, Johnhttp://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/923532020-03-30T20:03:03Z1997-12-01T00:00:00ZComunicacion
Revista de Enfermedades Infecciosas Emergentes (REIE); vol. 1, no.4
En 1941 Gregg brindó la primer evidencia que el virus de la Rubéola (familia Togaviridae, género Rubivirus) ocasiona fallas congénitas humanas. Aunque la infección por el virus de la rubéola comúnmente ocasiona una enfermedad leve que comprende fiebre y salpullido, las epidemias de rubéola han sido asociadas con fallas congénitas en niños de mujeres quien fueron infectadas durante el primer trimestre del embarazo. El riesgo de infección de rubéola en el útero fue reducido por la introducción de vacunas efectivas y seguras para mujeres en edad de criar niños. Las anormalidades congénitas en fetos o rumiantes neonatales también se relacionan con la exposición de hembras preñadas a virus diversos, incluyendo el virus de la diarrea viral bovina (familia Togaviridae, género Pestivirus), el virus mantenido por artrópodos del bluetongue «lengua azul» (familia Reoviridae, género Orbivirus), el virus de Wesselsbron (familia Flaviviridae, género Flavivirus), el virus de la fiebre del Valle de Rift (familia Bunyaviridae, género Phlebovirus). Las infecciones de ganado con estos virus pueden producir bajos-títulos de viremia con ninguna enfermedad clínica evidente, o altos-títulos de viremia y enfermedad clínica severa en la hembra. En las infecciones del útero puede resultar en malformaciones del feto en desarrollo, muerte fetal con reabsorción, momificación, o aborto. Los rumiantes recién nacidos pueden mostrar diversos defectos musculosesqueléticos y del sistema nervioso central, incluyendo un síndrome de artrogriposis con hidroencenfalía (AGH).
1997-12-01T00:00:00ZEn 1941 Gregg brindó la primer evidencia que el virus de la Rubéola (familia Togaviridae, género Rubivirus) ocasiona fallas congénitas humanas. Aunque la infección por el virus de la rubéola comúnmente ocasiona una enfermedad leve que comprende fiebre y salpullido, las epidemias de rubéola han sido asociadas con fallas congénitas en niños de mujeres quien fueron infectadas durante el primer trimestre del embarazo. El riesgo de infección de rubéola en el útero fue reducido por la introducción de vacunas efectivas y seguras para mujeres en edad de criar niños. Las anormalidades congénitas en fetos o rumiantes neonatales también se relacionan con la exposición de hembras preñadas a virus diversos, incluyendo el virus de la diarrea viral bovina (familia Togaviridae, género Pestivirus), el virus mantenido por artrópodos del bluetongue «lengua azul» (familia Reoviridae, género Orbivirus), el virus de Wesselsbron (familia Flaviviridae, género Flavivirus), el virus de la fiebre del Valle de Rift (familia Bunyaviridae, género Phlebovirus). Las infecciones de ganado con estos virus pueden producir bajos-títulos de viremia con ninguna enfermedad clínica evidente, o altos-títulos de viremia y enfermedad clínica severa en la hembra. En las infecciones del útero puede resultar en malformaciones del feto en desarrollo, muerte fetal con reabsorción, momificación, o aborto. Los rumiantes recién nacidos pueden mostrar diversos defectos musculosesqueléticos y del sistema nervioso central, incluyendo un síndrome de artrogriposis con hidroencenfalía (AGH).Cólera epidémico en el nuevo mundo: traduciendo la epidemiología de campo en nuevas estrategias de prevenciónTauxe, Robert V.Mintz, Eric D.Quick, Robert E.http://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/923482020-03-30T20:03:04Z1997-12-01T00:00:00ZComunicacion
Revista de Enfermedades Infecciosas Emergentes (REIE); vol. 1, no.4
El cólera, una devastadora enfermedad diarreica, se ha difundido a través del mundo en pandemias recurrentes desde 1817. La séptima y la pandemia en proceso comenzaron en 1961 cuando el biotipo El Tor de Vibrio cholerae O1 surgió en Indonesia. Esta pandemia se diseminó a través de Asia y Africa y finalmente alcanzó América Latina al inicio de 1991 (1). Después de epidemias explosivas en la costa del Perú, se esparció rápidamente y continúa a lo largo de América Latina. A causa de la sub información, los más de 1.000.000 de casos de cólera y 10.000 muertes informadas en América Latina desde 1994 representan solamente una fracción pequeña del número real de infecciones.
La caracterización molecular de V. cholerae O1 de cepas desde el Perú han mostrado que no se comparan con cepas de ninguna otra parte en el mundo; por lo tanto, la fuente de las cepas epidémicas Peruanas permanece desconocida.
Además, otras cepas han aparecido en América Latina. Por lo menos una de estas, resistente a múltiple drogas antimicrobianas, fueron primero identificadas en México y en otras partes del mundo a mediados de 1991 y ha sido diseminada ampliamente a lo largo de Centroamérica.
La introducción de cepas en áreas nuevas ilustra el traslado global rápido de patógenos. V. cholerae O139 Bengal, que surgió como una causa nueva de cólera epidémico en Asia en 1992, podría aparecer también en América Latina.
Tales introducciones no son fáciles prevenir, porque ellas pueden seguir la llegada de viajeros que no son conscientes de su infección o de buques que llevan agua contaminada de lastre.
La llave para controlar el cólera epidémico consiste en limitar su diseminación tomando las medidas que prevengan su transmisión continua.
Una medida podría ser el uso de una vacuna efectiva y barata para brindar protección duradera; sin embargo, tal vacuna aún no existe, aunque se está progresando en el desarrollo de ella. Otra medida es interrumpir la transmisión de modo que el organismo causante nunca alcance al hospedador humano. Este enfoque a la prevención exitosamente controló muchas enfermedades epidémicas en el mundo industrializado, incluyendo el cólera, la fiebre tifoide, plaga, y malaria, antes que las vacunas o los antibióticos fueran desarrollados. Sobre el último siglo, una gran infraestructura de ingeniería, construida en naciones industrializadas, ha brindado el tratamiento seguro de efluentes y agua para casi toda la gente en estas naciones y ha hecho la transmisión de cólera en esos países sumamente improbables. A pesar de casos esporádicos a lo largo de la Costa de Golfo de EE.UU. y una repetida introducción de los organismos por viajeros, el cólera epidémico no ha ocurrido en los Estados Unidos desde el siglo diecinueve.
1997-12-01T00:00:00ZEl cólera, una devastadora enfermedad diarreica, se ha difundido a través del mundo en pandemias recurrentes desde 1817. La séptima y la pandemia en proceso comenzaron en 1961 cuando el biotipo El Tor de Vibrio cholerae O1 surgió en Indonesia. Esta pandemia se diseminó a través de Asia y Africa y finalmente alcanzó América Latina al inicio de 1991 (1). Después de epidemias explosivas en la costa del Perú, se esparció rápidamente y continúa a lo largo de América Latina. A causa de la sub información, los más de 1.000.000 de casos de cólera y 10.000 muertes informadas en América Latina desde 1994 representan solamente una fracción pequeña del número real de infecciones.
La caracterización molecular de V. cholerae O1 de cepas desde el Perú han mostrado que no se comparan con cepas de ninguna otra parte en el mundo; por lo tanto, la fuente de las cepas epidémicas Peruanas permanece desconocida.
Además, otras cepas han aparecido en América Latina. Por lo menos una de estas, resistente a múltiple drogas antimicrobianas, fueron primero identificadas en México y en otras partes del mundo a mediados de 1991 y ha sido diseminada ampliamente a lo largo de Centroamérica.
La introducción de cepas en áreas nuevas ilustra el traslado global rápido de patógenos. V. cholerae O139 Bengal, que surgió como una causa nueva de cólera epidémico en Asia en 1992, podría aparecer también en América Latina.
Tales introducciones no son fáciles prevenir, porque ellas pueden seguir la llegada de viajeros que no son conscientes de su infección o de buques que llevan agua contaminada de lastre.
La llave para controlar el cólera epidémico consiste en limitar su diseminación tomando las medidas que prevengan su transmisión continua.
Una medida podría ser el uso de una vacuna efectiva y barata para brindar protección duradera; sin embargo, tal vacuna aún no existe, aunque se está progresando en el desarrollo de ella. Otra medida es interrumpir la transmisión de modo que el organismo causante nunca alcance al hospedador humano. Este enfoque a la prevención exitosamente controló muchas enfermedades epidémicas en el mundo industrializado, incluyendo el cólera, la fiebre tifoide, plaga, y malaria, antes que las vacunas o los antibióticos fueran desarrollados. Sobre el último siglo, una gran infraestructura de ingeniería, construida en naciones industrializadas, ha brindado el tratamiento seguro de efluentes y agua para casi toda la gente en estas naciones y ha hecho la transmisión de cólera en esos países sumamente improbables. A pesar de casos esporádicos a lo largo de la Costa de Golfo de EE.UU. y una repetida introducción de los organismos por viajeros, el cólera epidémico no ha ocurrido en los Estados Unidos desde el siglo diecinueve.¿El tratamiento de la diarrea hemorrágica debido a Shigella dysenteriae tipo 1 con ampicilina precipita al síndrome urémico hemolítico?Bin Saeed, Abdulaziz A. A.Bushra, Hassan E. ElAl-Hamdan, Nasser A.http://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/923452020-03-30T20:03:05Z1997-12-01T00:00:00ZComunicacion
Revista de Enfermedades Infecciosas Emergentes (REIE); vol. 1, no.4
La diarrea asociada al síndrome urémico hemolítico (HUS), la causa más común de falla renal aguda en la infancia y la niñez, se asocia frecuentemente con la infección por organismos que producen Shiga toxina (ST) o toxina Shigalike (SLT), principalmente Escherichia coli productor verocitotoxina (VTEC O157:H7) y Shigella dysenteriae tipo 1. Aunque los antibióticos se creyeron como esenciales en el tratamiento de la shigelosis, el tratamiento de pacientes con S. dysenteriae tipo 1 con antibióticos al que el organismo es resistente ha sido considerado un factor de riesgo para HUS.
1997-12-01T00:00:00ZLa diarrea asociada al síndrome urémico hemolítico (HUS), la causa más común de falla renal aguda en la infancia y la niñez, se asocia frecuentemente con la infección por organismos que producen Shiga toxina (ST) o toxina Shigalike (SLT), principalmente Escherichia coli productor verocitotoxina (VTEC O157:H7) y Shigella dysenteriae tipo 1. Aunque los antibióticos se creyeron como esenciales en el tratamiento de la shigelosis, el tratamiento de pacientes con S. dysenteriae tipo 1 con antibióticos al que el organismo es resistente ha sido considerado un factor de riesgo para HUS.Síndrome urémico hemolítico debido a Escherichia coli 048:H21 productora de Toxina Shiga-like en el Sur AustraliaGoldwater, Paul N.Bettelheim, Karl A.http://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/923432020-03-30T20:03:05Z1997-12-01T00:00:00ZComunicacion
Revista de Enfermedades Infecciosas Emergentes (REIE); vol. 1, no.4
Escherichia coli enterohemorrágica (EHEC) a excepción de los serotipos O157:H7 se reconocen cada vez más en la asociación con Síndrome Urémico Hemolítico (HUS) y han sido informados en Australia. Mientras que detectar cepas de O157:H7 ha llegado a ser más fácil a través de los años, identificando un número en expansión de otros serotipos de EHEC también asociados con HUS; con otras condiciones, y con animales domésticos saludables es todavía muy difícil.
1997-12-01T00:00:00ZEscherichia coli enterohemorrágica (EHEC) a excepción de los serotipos O157:H7 se reconocen cada vez más en la asociación con Síndrome Urémico Hemolítico (HUS) y han sido informados en Australia. Mientras que detectar cepas de O157:H7 ha llegado a ser más fácil a través de los años, identificando un número en expansión de otros serotipos de EHEC también asociados con HUS; con otras condiciones, y con animales domésticos saludables es todavía muy difícil.Helicobacter hepaticus, un patógeno bacteriano recientemente reconocido, asociado con hepatitis crónica y neoplasia hepatocelular en ratones de laboratorioRice, Jerry M.http://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/923412020-03-30T20:03:06Z1997-12-01T00:00:00ZComunicacion
Revista de Enfermedades Infecciosas Emergentes (REIE); vol. 1, no.4
El carcinoma Gástrico, es uno de los cánceres humanos más frecuentes alrededor del mundo, está entre las neoplasias en que la evidencia epidemiológica de causa ambiental es mayor. La naturaleza exacta de esta causa ambiental era oscura hasta que la evidencia recientemente vinculó a la infección crónica del antrum de la mucosa gástrica por Helicobacter pylori (una bacteria microaeróbica, gram-negativa, y espiral) con riesgo elevado de cáncer. Se reconoce ahora que el linfoma de B-cell gástricas del tejido linfoide asociado a la mucosa está también estrechamente relacionando a la infección gástrica por H. pylori, y la erradicación de la infección con antibióticos puede resultar en la regresión del linfoma. Este sorprendente hallazgo ha estimulado un intenso interés en el género Helicobacter y organismos relacionado; como resultado, especies adicionales de Helicobacter son ahora frecuentemente aisladas y caracterizadas desde muchos hospedadores no-humanos. Hasta 1994, sin embargo, sólo era conocido el H. pylori como asociado con el desarrollo de tumor, en humanos o en cualquier otra especie animal.
1997-12-01T00:00:00ZEl carcinoma Gástrico, es uno de los cánceres humanos más frecuentes alrededor del mundo, está entre las neoplasias en que la evidencia epidemiológica de causa ambiental es mayor. La naturaleza exacta de esta causa ambiental era oscura hasta que la evidencia recientemente vinculó a la infección crónica del antrum de la mucosa gástrica por Helicobacter pylori (una bacteria microaeróbica, gram-negativa, y espiral) con riesgo elevado de cáncer. Se reconoce ahora que el linfoma de B-cell gástricas del tejido linfoide asociado a la mucosa está también estrechamente relacionando a la infección gástrica por H. pylori, y la erradicación de la infección con antibióticos puede resultar en la regresión del linfoma. Este sorprendente hallazgo ha estimulado un intenso interés en el género Helicobacter y organismos relacionado; como resultado, especies adicionales de Helicobacter son ahora frecuentemente aisladas y caracterizadas desde muchos hospedadores no-humanos. Hasta 1994, sin embargo, sólo era conocido el H. pylori como asociado con el desarrollo de tumor, en humanos o en cualquier otra especie animal.Puntos de gestión de datos para enfermedades emergentes y nuevas herramientas de vigilancia y datos de laboratorioMartin, Stanley M.Bean, Nancy H.http://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/923382020-03-30T20:03:07Z1997-12-01T00:00:00ZRevision
Revista de Enfermedades Infecciosas Emergentes (REIE); vol. 1, no.4
En años recientes, las consideraciones legales, tales como el Acto de Privacidad estatuido en 1974 y la Libertad de el Acto de Información estatuido en 1966 (4,5), también tienen complicados datos gestión. Estos actos, en sus esfuerzos para proteger la privacidad individual y asegurar la disponibilidad de datos, han limitado en algunos casos, las respuestas de salud pública a situaciones de emergencia y los esfuerzos de la subsiguiente vigilancia, al imponer el estricto diseño de base de datos y manejo de requerimientos.
1997-12-01T00:00:00ZEn años recientes, las consideraciones legales, tales como el Acto de Privacidad estatuido en 1974 y la Libertad de el Acto de Información estatuido en 1966 (4,5), también tienen complicados datos gestión. Estos actos, en sus esfuerzos para proteger la privacidad individual y asegurar la disponibilidad de datos, han limitado en algunos casos, las respuestas de salud pública a situaciones de emergencia y los esfuerzos de la subsiguiente vigilancia, al imponer el estricto diseño de base de datos y manejo de requerimientos.El diagnóstico de tuberculosis en niños: el necesario aumento de mejores métodosKhan, Ejaz A.Starke, Jeffrey R.http://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/923362020-03-30T20:03:08Z1997-12-01T00:00:00ZRevision
Revista de Enfermedades Infecciosas Emergentes (REIE); vol. 1, no.4
En el pasado decenio la tuberculosis (TB) ha reemergido como un peligro importante para la salud pública alrededor del mundo con una incidencia creciente entre adultos y niños. Aunque los casos entre niños representan un porcentaje pequeño de todo los casos de TB, los infectados son un reservorio de los cuales provendrán muchos casos de adultos. Al diagnóstico de la TB en niños comúnmente le sigue el descubrimiento de un caso adulto, y se basa en la prueba de la tuberculina en piel, radiografía de tórax y síntomas y signos clínicos. Sin embargo, los síntomas clínicos son inespecíficos, la radiografía de tórax y la prueba en piel pueden ser difíciles de interpretar y las pruebas de laboratorio de rutina no son útiles. Aunque las pruebas de laboratorio más rápidas y sensibles que tiene en cuenta los adelantos recientes en biología molecular, inmunología y cromatografía están siendo desarrollados, los resultados para los niños han desilusionado. Las mejores técnicas beneficiarían especialmente a niños e infantes en quienes el diagnóstico temprano es imperioso para prevenir la TB progresiva.
1997-12-01T00:00:00ZEn el pasado decenio la tuberculosis (TB) ha reemergido como un peligro importante para la salud pública alrededor del mundo con una incidencia creciente entre adultos y niños. Aunque los casos entre niños representan un porcentaje pequeño de todo los casos de TB, los infectados son un reservorio de los cuales provendrán muchos casos de adultos. Al diagnóstico de la TB en niños comúnmente le sigue el descubrimiento de un caso adulto, y se basa en la prueba de la tuberculina en piel, radiografía de tórax y síntomas y signos clínicos. Sin embargo, los síntomas clínicos son inespecíficos, la radiografía de tórax y la prueba en piel pueden ser difíciles de interpretar y las pruebas de laboratorio de rutina no son útiles. Aunque las pruebas de laboratorio más rápidas y sensibles que tiene en cuenta los adelantos recientes en biología molecular, inmunología y cromatografía están siendo desarrollados, los resultados para los niños han desilusionado. Las mejores técnicas beneficiarían especialmente a niños e infantes en quienes el diagnóstico temprano es imperioso para prevenir la TB progresiva.El aumento de la rabia de la fauna silvestre: ¿una causa de interés o intervención de salud pública?Rupprecht, Charles E.Smith, Jean S.http://sedici.unlp.edu.ar:80/handle/10915/923332020-03-30T20:03:09Z1997-12-01T00:00:00ZRevision
Revista de Enfermedades Infecciosas Emergentes (REIE); vol. 1, no.4
La epidemiología de la rabia en los Estados Unidos ha cambiado considerablemente durante el último medio siglo, debido a que la fuente de enfermedad ha cambiado de animales domésticos a la fauna silvestre, principalmente mapaches, zorrinos, zorros y vampiros. Además, los cambios observados entre la población de fauna silvestre afectada no han ocurrido sin la influencia humana. Más bien, la atracción humana por los recursos económicos y recreativos provista por la fauna silvestre, ha contribuido a la reemergencia de la rabia como una zoonosis mayor. Aunque las muertes humanas ocasionadas por la rabia han declinado recientemente al promedio de uno o dos al año, los costos estimados asociados con la disminución de muertes, suma centenares de millones de dólares anualmente. En esfuerzos futuros para controlar la rabia por una variedad de animales de vida libre, los profesionales de salud pública tendrán que emplear la imaginación para alcanzar soluciones eficaces en función de los costos y la seguridad de esta vieja enfermedad además de usar medidas tradicionales.
1997-12-01T00:00:00ZLa epidemiología de la rabia en los Estados Unidos ha cambiado considerablemente durante el último medio siglo, debido a que la fuente de enfermedad ha cambiado de animales domésticos a la fauna silvestre, principalmente mapaches, zorrinos, zorros y vampiros. Además, los cambios observados entre la población de fauna silvestre afectada no han ocurrido sin la influencia humana. Más bien, la atracción humana por los recursos económicos y recreativos provista por la fauna silvestre, ha contribuido a la reemergencia de la rabia como una zoonosis mayor. Aunque las muertes humanas ocasionadas por la rabia han declinado recientemente al promedio de uno o dos al año, los costos estimados asociados con la disminución de muertes, suma centenares de millones de dólares anualmente. En esfuerzos futuros para controlar la rabia por una variedad de animales de vida libre, los profesionales de salud pública tendrán que emplear la imaginación para alcanzar soluciones eficaces en función de los costos y la seguridad de esta vieja enfermedad además de usar medidas tradicionales.