La globalización ha dispuesto un nuevo orden en los factores económicos mundiales, así las personas tratan de adaptar y tomar lo mejor del proceso globalizador con el fin de mejorar la calidad de vida y, por otro lado, las empresas se transnacionalizan buscando nuevas oportunidades de negocio que permitan lograr los objetivos de sus planes comerciales. Este proceso obliga a las personas a un encuentro cultural no voluntario, pero necesario para sus intereses. Pone a prueba la capacidad de comunicarse con personas culturalmente diversas. Zapata (2014) explicando el origen del concepto indica que lo intercultural proviene de lo multicultural. Sin embargo, no existe una clara delimitación, más bien es posible deducir desde la literatura que lo multicultural está relacionado con la existencia de grupos sociales diversos que están juntos en un lugar geográfico determinado, pero ello no implica que convivan, se comuniquen y se demuestren afectividad recíprocamente. La actitud y comportamientos que un individuo asume al entrar en contacto, voluntario u obligatorio, con otro de distinta cultura está comprendido en el constructo de la competencia comunicativa intercultural.