Las primeras observaciones sistemáticas en ondas milimétricas, fueron realizadas con la antena de 13,7 metros de Itapetinga, en f=43 GHz (7 mm). La eficiencia de apertura fue medida con el uso de varios calibradores (planetas y Virgo A). Excede 50 % en la dirección del cenit, con una pequeña dependencia de la ganancia con el ángulo de elevación. El haz es del orden de 2 minutos de arco, y no parece sufrir deformaciones significativas con la elevación. El nuevo receptor de 7 m desarrollado por el CRAAM presenta una temperatura de sistema de 1000 K (incluyendo el cielo). El radiotelescopio de Itapetinga fue utilizado con éxito en un gran relevamiento de masers celestes de SiO, y en la determinación de agujeros coronales en la atmósfera solar.