Desde fines de los 80 pero especialmente a comienzo de la década de los noventa hay un tema que se convierte en una cuestión central en la agenda pública: la cuestión del empleo. Casi tres lustros después de iniciada la reestructuración regresiva de la economía argentina (Nochteff, 1998), comienza a ponerse en evidencia la incapacidad de la economía argentina de generar puestos de trabajo estables, bien remunerados y en cantidad suficiente.