Tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, se impuso en Chile una extensa dictadura cívico-militar que violó sistemáticamente los derechos básicosde miles de mujeres y hombres, con especial énfasis en aquellas organizaciones y partidos políticos de izquierda que habían apoyado de una manera u otra el gobierno de la Unidad Popular (UP), encabezado por el socialista Salvador Allende. El abrupto quiebre de la normatividad democrática conllevó la continua persecución de quienes se posicionaron desde entonces como opositores y partidos políticos proscritos, tales como el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), el Partido Socialista (PS), el Partido Comunista (PC), el Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU), entre otros actores políticos de la época. Y si bien en un comienzolas políticas del MIR se desentendieron de la llamada “vía chilena al socialismo” a través de la elección popular demanera pacífica y conciliadora, después del triunfo de Allende, la izquierda casi en su totalidad se sumergió en el apoyo al nuevo gobierno democráticamente electo y por cierto, se manifestó como oposición a la dictadura.