El presente trabajo surge del trabajo en la capacitación, asistencia técnica y acompañamiento de numerosas experiencias autogestionadas realizadas por el equipo de trabajo del Centro de Estudios para la Nueva Argentina (CNAR) y de mi empleo como evaluador de proyectos productivos en el Ministerio de Desarrollo de la Nación. Desde ambos espacios tomé contacto y conocí numerosas experiencias autogestionadas (emprendimientos familiares, asociativos, cooperativas, empresas recuperadas, pymes, autónomos, etc.) que articulaban sus actividades con instituciones públicas y en menor medida privadas para resolver problemáticas de producción, capacitación, organización, administración, comercialización y financiamiento. La comercialización siempre aparece como una de las cuestiones más complejas de abordar y resolver. Las problemáticas planteadas aquí intentan reflejar ese proceso y deben ser entendidas como un esfuerzo de reflexión sobre las prácticas y sobretodo como parte de un debate dentro de los que conformamos este sector.
El objetivo del presente trabajo es entonces realizar un análisis de algunas de las formas de comercialización de las experiencias de la economía popularo del trabajo autogestionado, a través del cual problematizar los alcances y limitaciones de esas formas de comercialización. Se realizan las recomendaciones desde un análisisque entiende a la comercialización como una etapa de la realización del valor de las mercancías, lo cual implica la necesidad analizar dicho proceso en su conjunto sin separar los “problemas de la comercialización” del resto del proceso económico. Al tiempo que se contempla el análisis de ese proceso dentro de una economía con determinados condicionantes estructurales. La conclusión que pretendo sostener es que el análisis de las formas de comercialización es cuánto menos insuficiente para la consolidación y crecimiento del sector sino se analiza también la estructura económica en lasque esas experiencias están insertas.