Desde mediados de 2.009, en respuesta a demandas surgidas en diversas actividades de diagnóstico participativo realizadas junto a más de 50 quinteros del Cinturón Hortícola Platense, un grupo de técnicos integrantes del Programa Cambio Rural del INTA, comenzamos a trabajar en la búsqueda de alguna solución habitacional que permita mejorar las condiciones de vivienda de los productores arrendatarios. Considerando esta limitación en cuanto a la imposibilidad de avanzar en construcciones permanentes, el Ing. Agr. Carlos Pineda del INTA AER La Plata, contactó a un grupo de trabajo del Centro de Investigaciones para la Vivienda Económica de Córdoba perteneciente al CONICET, que se dedica a desarrollar alternativas habitacionales económicas y/o para afrontar situaciones de catástrofe. Los investigadores analizaron las condiciones locales y nos propusieron un modelo de vivienda que reunía condiciones muy favorables: desarmable, autoconstruible, de bajo costo y considerable confort. Nos pareció una buena alternativa así que organizamos la primera actividad que consistió en una charla técnica destinada al grupo de trabajo INTA - Cambio Rural y a productores integrantes de grupos de ese programa, que habían manifestado interés por la alternativa. Durante este encuentro el arquitecto Alberto Floreano del CEVE de Córdoba