El objetivo de esta ponencia es abordar la actividad política y cultural que el poeta colombiano Porfirio Barba Jacob (1883-1942) desarrolló en los primeros años de su estancia en México, desde su llegada en 1908 hasta su primera expulsión en 1914.
Este ejercicio de relacionar la historia colombiana con la mexicana, a partir de la experiencia vital de un intelectual viajero, nos permitirá comprender, de una parte, los vínculos que, aunque precarios, existían entre los escritores latinoamericanos de principios de siglo: esas incipientes redes intelectuales por las cuales circuló la producción literaria y ensayística de los hombres y mujeres del continente.
De igual manera seguir los pasos de Barba Jacob nos permitirá comprender cómo se fue perfilando el ambiente político y cultural colombiano: católico, conservador y excluyente de principios de siglo; en contraposición con ese espacio de trasgresión moral, política y cultural, que representaba el México de la época, que además estaba atravesando por una revolución. Y en ese sentido entender por qué para muchos intelectuales latinoamericanos México se comenzó a perfilar como un espacio, no solo de relativa libertad cultural en donde era posible desarrollar la expresión artística e intelectual con menos restricciones que en otros países, sino y principalmente como un escenario de experimentación política y ebullición ideológica, que no podían encontrar en sus países de origen.
Para tal fin se abordarán, en primer lugar, las condiciones políticas y culturales colombianas que llevaron a Barba Jacob a comenzar su largo viaje en 1908 y dirigir sus pasos a México. En seguida, se abordará su estadía en Monterrey y su vinculación con el gobernador del estado de Nuevo León, Bernardo Reyes, y su hijo Alfonso, con quienes emprendería sus primeros proyectos editoriales en suelo mexicano. Finalmente se abordará la participación del colombiano en la Revolución mexicana y las razones que lo llevaron a exiliarse en 1914 con la renuncia de Victoriano Huerta y el triunfo de los Constitucionalistas.