No fue Ovidio el primer desterrado en la historia de Roma, pero sí ha sido el primero en registrar abiertamente todos los sentimientos que afectan a un hombre que se ve alejado por la fuerza de su patria, de sus dioses, de sus bienes y de todos sus seres queridos. Desde aquel momento hasta la actualidad, existe una corriente sinfrónica entre quienes sufren la experiencia del exilio, el principal motivo: la soledad. Este sentimiento se hace patente en Tristia con el retorno obsesivo al recuerdo de cuatro "objetos" de su añoranza, éstos son, su patria y su esposa en primer lugar, luego sus amigos y su lengua. En ese orden los he trabajado, de acuerdo con la importancia que el poeta les ha dado, manifiesta en el número de recurrencias que tienen cada uno de ellos.