En este artículo expondré dos conceptos que pueden ayudar a reflexionar sobre la lectura y la enseñanza en el contexto escolar, incluyendo el universitario. La idea de “hegemonía de la lectura” la he retomado de Jorge Tirzo (2001) y la presentaré con algunas novedades; por otra parte, acuño la de “fetichismo de la lectura”.
Las reflexiones que vislumbro en torno a estas categorías apuntan a revalorar la lectura reconociéndole un enorme valor y potencial para el aprendizaje escolar, pero moderando también su presencia y las expectativas en torno de ella, a fin de analizar y encarar el fenómeno educativo escolar de una manera más amplia y productiva, poniendo en relieve medios alternativos, mecanismos de aprendizaje y metodologías de enseñanza, mismas que no son necesariamente novedosas, pero que merecen desempolvarse ante el opacamiento que han sufrido con las cenizas de la brillantez exagerada e incandescente de la lectura. Esta labor debe ser pensada según las particularidades de cada contexto.
Las categorías que propongo también podrán ser de utilidad para investigaciones sobre lo que ocurre en el aula, o sobre las expectativas e imaginarios en torno a la escuela y a la lectura.