El presente artículo presenta un resumen de los principales aspectos destacados en África entre julio 2019 y julio 2020. Los países analizados son Burkina Faso, Mali, Nigeria y República Democrática del Congo.
Los Estados seleccionados se caracterizan por instituciones inestables e importadas; es decir, no fueron ideadas por y para las sociedades africanas. Luego de sus independencias de las potencias, en las décadas del sesenta y setenta, experimentaron etapas de alternancia entre gobiernos autoritarios, unipartidarios e intentos de ejercicios democráticos que no lograron prosperar.
Las democracias africanas actuales son jóvenes. Se originaron a partir de los noventa en un proceso que inició en el continente una vez caído el bloque comunista y a raíz de las nuevas exigencias que impusieron los donantes occidentales.
En general, los Estados africanos se caracterizan por una extensión territorial considerable, constante crecimiento económico y demográfico e importantes recursos naturales.
A pesar de todo este potencial, no han logrado superar problemas como la corrupción institucional, falta de igualdad y distribución de riqueza en el Estado, conflictividad étnica y tribal; presencia y abusos de militares, policiales y grupos paramilitares. Tampoco consiguen consolidar del todo sus economías, siendo dependientes en muchos casos de la exportación de materias primas. Finalmente, en algunos casos aún existe peligro al momento de las transiciones electores.
En definitiva, son Estados con condiciones políticas, culturales, religiosas e históricas particulares en los que la convivencia es especialmente volátil. Un punto fundamental para entender el por qué surgieron, o tomaron tanta fuerza, organizaciones terroristas como Boko Haram, JNIM, entre otras.