El principal objetivo del presente trabajo es analizar el impacto de la tensión epistemológica generada con la reforma legislativa del año 2012, en la aplicación e interpretación del delito de trata de personas con fines de explotación sexual por parte de la Cámara Federal de Casación Penal, poniendo particular énfasis en las continuidades y rupturas en los conceptos de “víctima”, “consentimiento sexual” y “vulnerabilidad”.
La hipótesis que intentaré demostrar en este trabajo es que existen más continuidades que rupturas respecto de la interpretación y aplicación de ambas leyes de trata por parte del Poder Judicial, por contraposición a lo que hacen suponer los diversos debates en relación a la imperiosa necesidad de un cambio en las formas de abordaje de estos casos y a pesar de la presentación de la última de dichas leyes como un punto de inflexión en dicho paradigma.
Asimismo, se verá como esas continuidades se erigen sobre el fuerte arraigo del paradigma abolicionista, sobre concepciones liberales de la autonomía de las mujeres y sobre un modelo que concibe a las mujeres primordialmente como víctimas.