La presente comunicación se basa en algunas ideas dispersas en varios trabajos de Emilio Estiú, intentando darles una estructura sistemática. En primer lugar se parte de una descripción fenomenológica de la existencia, acentuando la facticidad y el proyecto como los dos polos dialécticos de la situación. Se muestran las diversas vías de liberación de la facticidad –la acción, el conocimiento, la vida religiosa, el arte-, para señalar cómo en definitiva es la vida estética la que coincide con el modo de ser del espíritu, es decir, con la posibilidad.
En segundo lugar, se trata de mostrar cómo al experiencia estética no sólo ofrece la posibilidad de catarsis a modo de una diversión, sino que es en los grandes creadores una re-descripción de la realidad, una metáfora de la existencia que nos da a conocer quizás más de nuestra propia vida que otras formas de saber. En este punto se aludirá a la obra de Ionesco.