Cada año, la rabia provoca la muerte de cerca de 70.000 personas, en su mayoría niños, en los países en desarrollo. Sin embargo, esta enfermedad puede eliminarse. Cerca del 95% de los casos de rabia en el hombre se deben a mordeduras de perros infectados y, a diferencia de otras enfermedades, se disponen de todas las herramientas necesarias para erradicarla. Por esta razón, cada muerto es una víctima demás.