Al considerar el rol de la educación en temas como el Chagas, nos referirnos principalmente a la educación científica, ambiental y para la salud. En general estos campos remiten a contenidos curriculares de la educación obligatoria desde el nivel inicial, en los cuales, tanto el conocimiento impartido, como las diferentes formas de abordaje han recibido diversas críticas. Entre ellas suelen incluirse la fragmentación, descontextualización y desactualización de sus contenidos y recursos; la predominancia de enfoques de enseñanza tradicionales -basados en el modelo de transmisión-recepción-; el desajuste entre la ciencia que se enseña y las demandas formativas de los y las estudiantes. Con frecuencia, éstas cuestiones se traducen en desinterés y falta de motivación para el estudio. Simultáneamente existen otros espacios que abordan temas vinculados a las ciencias naturales, el ambiente y la salud, como clubes de ciencias, museos, zoológicos y jardines botánicos, organizaciones sociales, entre otros. Muchas de las propuestas planteadas en estos lugares, así como las que puedan desarrollarse en el ámbito escolar, constituyen intentos de superación de los aspectos mencionados a través de innovaciones en el campo de la educación. A partir de estas consideraciones, y reconociendo la fragmentación que se observa en el abordaje del tema Chagas, se hace fundamental reunir elementos que den cuenta de la complejidad que caracteriza a esta problemática desde una mirada integral.