Ha sido un problema en la historia de la medicina, el cierre artificial de ias heridas, para acelerar su cicatrización, que desde muy antiguo se ha planteado y aún hoy se buscan elementos que pueda tolerar el organismo para reparar sus faltas adquirídas o congénitas y que posean las condiciones indispensables de adaptabilidad a los tejidos en los cuales se incluyen.
Ya en el año 1600 antes de J. C., encontramos en el "Edwin Smith Papirus" citas donde se describen suturas hechas con tiras de hilos. Asimismo, en América, hace ya varios siglos los indios utilizaban las quijadas de las hormigas para mantener afrontados los bordes de una herida. Sostenían la hormiga sobre la herida hasta que hubiera mordido con las pinzas ambos lados a manera de un "agraffe" moderno, luego seccionaban el cuerpo del insecto a nivel del cuello, y lograban de tal modo el cierre de la lesión externa.