No solamente en el trazado de la historia de las investigaciones paleontológicas argentinas deben merecer lugar distinguido, espectable, el nombre y la fecunda producción de Juan Bautista Ambrosetti (1865-1917), el entrerriano alumno de don Florentino Ameghino. También lo reclaman para sí las letras del país; aunque esa su afición —a veces queremos creer que constituye un pasatiempo al cabo de su intensa faena científica— resulta todavía para muchos críticos una faceta poco menos que desconocida.