El curricculum en arte que proponemos es un curriculum centrado en la experiencia, centrado en el que aprende. Para alcanzar estos propósitos, es fundamental plantear secuencias de actividades que puedan superar el plano de la abstracción (el de sólo explicitar contenidos o principios) y pensar en términos de acciones concretas para aprender los contenidos seleccionados. Es necesario diagramar acciones cargadas de sentido, no meras “ejercitaciones” mecánicas, descontextualizadas, sin emoción.