La mayoría cree que la fotografía es solo un sistema que permite reproducir imágenes, existe mucha exactitud en esas palabras, algunos/as entre los/as que me incluyo entienden que la fotografía es un medio para aproximarse a formas de expresión cada vez más exactas, es así que intento contribuir explicando la existencia de un sistema propio de la enunciación que hace a la intencionalidad y construcción del relato.
Como punto de partida, es de mucha necesidad reconocer a la fotografía como lenguaje. Desde el lenguaje fotográfico, analizar el efecto de la enunciación. Para explicar comparto mis experiencias en el uso de las distancias focales, y exponer la similitud en el uso de herramientas y funciones en los lenguajes escrito y hablado, para ello comprobar en teoría y práctica que los pronombres personales: Yo, tú y él son necesarios para la construcción de la imagen fotográfica.
De tal forma señalar que la fotografía exige un acercamiento a la decisión previa de la concreción del producto visual, todos los ejemplos estéticos tienen una voz narradora, alguna intención de mostrar, y por consiguiente una semejanza interpretativa. El uso de los objetivos tiene el don de modificar el campo visual, dando una voz al relato.
El yo, tú y él existen y existirán, es su modo evolucionista el que transforma en una acción perfectible la comunicación.