Hoy podemos observar en el pensamiento occidental respecto a los conflictos armados una tendencia marcada a considerar a las máquinas como el elemento fundamental a partir del cual se deben pensar y diseñar planes y acciones. Esta tendencia no es nueva y ha impregnado en el pasado, e impregna en la actualidad buena parte del pensamiento estratégico norteamericano de enorme peso en Occidente.