Es pretensión de este artículo demostrar que no existe un “nacionalismo excluyente” tal como afirma una reconocida historiadora, sino que en todo caso sólo se trata de argentinos así a secas, que no dudan ni por un instante que las Malvinas son argentinas por razones históricas, geográficas, políticas, en suma, por razones de soberanía que exceden, incluso, a nuestro país, pues como se sabe en la actualidad se trata de “una cuestión latinoamericana”.
También se sabe que la soberanía de un país se la puede y debe defender de mil maneras distintas y, acaso, la más eficaz para configurar un imaginario colectivo sólido sea el periodismo. En tal sentido, consideramos útil sumergirnos en la historia para exhumar algunas experiencias periodísticas con el doble propósito de recordarlas, al tiempo que aprovecharlas para saber que la reivindicación de la causa de Malvinas tiene sus antecedentes mediáticos en el siglo XIX. Con tal fin, nos detendremos en la primera que fuera antes de la usurpación inglesa y, en la segunda, una vez concretada la injusta apropiación.