La Ciencia Médica, en su marcha de perfeccionamiento progresivo, abandonó el empirismo y ahondando con métodos más eficaces en la función de los órganos racionalizó el diagnóstico y permite hacer ahora mejores tratamientos. Se ha llegado a la etapa de la terapéutica protectora de las funciones orgánicas. En esta orientación se ubican las dietas como medios importantísimos para prevenir y curar en fermedades. La dietoterapia es una indicación cabal en el empeño de proteger y restablecer la función del hígado, amenazada o lesionada por cualquiera de las enfermedades agudas o crónicas que atacan el parénquima glandular o su sistema de excreción. Por guardar el hígado un vínculo estrecho con la alimentación, la mejor manera de aumentar su defensa es por medio de la dietética.