El libro Teoría de la arquitectura (1962) de Enrico Tedeschi es reconocido como un referente para la enseñanza de la arquitectura en Iberoamérica y como fundamento de su propuesta académica para su Escuela de Arquitectura en Mendoza. La relevancia del texto obedece a que en él se pone de manifiesto el pensamiento para la concreción de una cultura arquitectónica, que es el resultado de profundos conocimientos previos e interdisciplinares y la ventura de ser previsor de temas y conceptos de futuros desarrollo.
Tedeschi pudo concretar obras, estudios urbanos y proyectos, a la vez que escribió sobre la historia de la arquitectura en su condición de europeo que transcurre sus últimos y más fructíferos 30 años en Argentina. Sin embargo, con Teoría de la arquitectura logra un documento que teoriza sobre un modo de concebir y enseñar arquitectura en el que cuestiones como la historia, la reflexión crítica, la interpretación del contexto y el ambiente se distinguen como insumos para la generación de proyectos arquitectónicos.
Teoría es una construcción que parte de la tarea académico-profesional y del derrotero personal de su autor, que abreva en conocimientos interdisciplinares con los saberes de otros arquitectos, como así también de historiadores, geógrafos, filósofos, artistas, entre otros campos de conocimiento, propios de la trama de los años 60.
En este sentido es relevante constatar en las sucesivas ediciones del libro, cómo la primera edición es una propuesta que se apuntala en el amplio universo de la cultura general, develando campos que se desarrollarían décadas después. Sin embargo, en las ediciones subsiguientes, Tedeschi va reuniendo e incorporando las aportaciones de otros textos contemporáneos con los que establece un diálogo, reflexiona y re versiona su propio pensamiento inicial.
Con esta actitud, el autor señala una voluntad por hacer visible la necesidad permanente, de pensar y proponer en torno a una cultura disciplinar, que sirve de articulador entre la teoría, la enseñanza y el proyecto.
La reconstrucción del estado de conocimiento previo a la primera edición de Teoría, a partir del estudio de las citas y la bibliografía propuesta y su análisis en los tres cortes temporales que las sucesivas ediciones del texto promueven, son el insumo para comprender el diálogo intelectual que el autor propone en un corte sincrónico y también la posibilidad de interpretar diacrónicamente algunos aspectos prospectivos que su teoría promueve.
A casi sesenta años de la aparición del texto la disciplina sostiene ciertas prácticas y valoraciones en un contexto de obras y proyectos, cada vez más complejo; ante tanta diversidad, Teoría, se presenta como una referencia ineludible para pensar un futuro en el que arquitectura y cultura son parte de un mismo fenómeno.