Los primeros debates conocidos sobre la arquitectura latinoamericana, iniciados a partir del modelo de los Seminarios de Arquitectura Latinoamérica (SAL) pusieron en evaluación la arquitectura moderna de nuestro continente frente a los modelos canónicos de desarrollo de los años ochenta, pero dado que los tiempos han cambiado, hoy pareciera necesario un nuevo replanteo.
Si bien los aportes de Cristian Fernández Cox o Enrique Browne, por nombrar algunos de los teóricos referentes de aquellos tiempos, son imborrables y completamente trasladables al contexto actual, el debate hoy también debería pasar por nuevos canales de análisis, ya que, los tiempos han cambiado, y el avance de la globalización no es inminente, es una realidad.
Las expectativas del nuevo milenio han sido muy diversas y heterogéneas, pero difícilmente alguien haya podido predestinar el avance de un modelo económico inédito, poniendo en crisis el paradigma de los estado-nación.
Frente a esta realidad, campos como la antropología, buscan analizar como esto repercute en los modos de vida de las personas (Abélès, 2012), e incluso, el mismo García Canclini ha escrito como la sociedad latinoamericana, a través de los Estados, debe empezar a hacerle frente a esta realidad, que, según otros autores, como Joseba Gabilondo, encuentra comparativas con otras periodizaciones de la historia de la humanidad.
Y ante ello, nos preguntamos cuál es el rol de la arquitectura latinoamericana en este contexto.
A través de una interpretación propia de como la globalización afecta a nuestras sociedades, este trabajo intentará proponer medios de relación con dicho zeitgest en el marco arquitectónico.