La segunda etapa en la obra cinematográfica del cineasta húngaro Béla Tarr se inicia a fines de los años 80 del siglo XX con el largometraje Kárhozat (La Condena) y se extiende hasta su obra final, A torinói ló (El caballo de Turín) en 2010. El presente texto se enfoca en las formas en que los cielos nublados aparecen y actúan en las películas que el autor realizó en el período, partiendo de la tesis de que tal circunstancia meteorológica juega un papel fundamental en la construcción de mundos de Tarr.