Se trata de una experiencia educativa que aplica el modelo uno a uno, que prevé la entrega de una PC portátil a cada niño de nivel primario, con el objeto de medir si la tecnología de la información y la comunicación (TICS) mejora su rendimiento. Por ello se mide en dos momentos del año el rendimiento escolar en tres grupos de las 71 escuelas del proyecto. A dos años, los resultados demuestran que los alumnos de las escuelas del modelo 1 a 1 mejoran más que los que no.