La zona costera del Rio de la Plata posee una franja con una cota menor a los cinco metros sobre el nivel del mar, que se inunda ante una crecida del caudal del estuario. Esto se puede deber a fenómenos climáticos de la zona rioplatense o de la Cuenca del Plata, que deriven en consecuencias para esta zona. La costa de Hudson, que se encuentra en la parte intermedia del cauce del río en cuestión, conservó estas características hasta el año 2001. En los últimos veinte años, estos rasgos se han visto progresivamente alterados a causa de la acción antrópica, sobre todo por las construcciones de barrios cerrados y urbanizaciones acuáticas o polderizadas, con consecuencias irreversibles para el ecosistema y los ciclos biogeoquímicos de la zona.
El Antropoceno es una época geológica en debate, que se basa en las modificaciones antrópicas producidas en un espacio definido, donde estas denotan un punto de no retomo a la época geológica anterior, el Holoceno (Svampa; 2016). Este proceso para algunos autores inicia en los periodos de sedentarización de las poblaciones humanas (8000 A.P) o en el Neolítico (10000 A.P.), aunque su mayor expansión se da en la postrimería de la Segunda Guerra Mundial. No obstante, este proceso se debe a la capacidad humana de modificación de su espacio y las lógicas de poder, que actualmente están vinculadas al sistema capitalista (Cendrero Uceda; 2017).
El presente trabajo realiza una aproximación preliminar ante sucesos que determinarían la entrada de dicha zona en la época antropocénica, por las acciones de los desarrollos inmobiliarios en la zona rioplatense correspondida a la costanera de Hudson mencionados en el anterior trabajo (Calabro Ortega; 2019), ubicada en el Área Metropolitana de Buenos Aires, a unos treinta kilómetros de la capital nacional de Argentina.