El nombre Monogenea deriva del nombre original con el que los describió Van Beneneden en 1958 “Monogénèses” (“mono”: único; “génesis”, del griego: generación) y hace referencia a su ciclo de vida, en el cual los individuos se reproducen solo sexualmente, en oposición a la digénesis o generaciones alternantes de reproducción sexual y asexual.
La mayoría son ectoparásitos de la piel (escamas o aletas), cavidad branquial, branquias, línea lateral y narinas de peces marinos y de aguas continentales. Muy pocas especies han invadido la cloaca y vejiga de los anfibios y reptiles, y una especie ha sido encontrada en el ojo de hipopótamos. Existen unas pocas especies que parasitan crustáceos y cefalópodos. También se han encontrado algunas especies adaptadas a la vida endoparásita, como es el caso de las especies pertenecientes a los géneros Dictyocotyle que se encuentran en celoma de peces, Philureter en uréteres y vejiga de peces, y Polystoma en la vejiga de anfibios.
Se alimentan de mucus, células epiteliales y sangre.
Generalmente su tamaño varía entre 0,3 mm a 20 mm y a diferencia de otros platelmintos poseen un órgano de fijación posterior armado con ganchos y ventosas denominado haptor u opistohaptor, que tiene una gran adaptación a la fijación en su sitio específico en el hospedador. El ciclo de vida de los monogeneos es directo (con un solo hospedador). Se distinguen tres fases esenciales, huevo, un estadio larval llamado oncomiracidio de existencia libre y el adulto.