En este trabajo se reflexionará acerca de la transcendencia de la universidad de hoy en el mundo globalizado del siglo XXI, a la vez que se tratarán de ofrecer algunas aproximaciones respecto de la comprometida tarea que la universidad necesita seguir asumiendo para ser capaz de concretarla. En el centro de la innovación a la que apunta la Educación Superior se encuentra el ser humano, para quien es preciso garantizar el respeto de sus derechos (GUNI, 2022). Entre los derechos humanos básicos, el de la educación resulta fundamental en tanto y en cuanto ésta apunte a trabajar hacia el desarrollo del pensamiento libre y crítico, la creatividad y la justicia social para toda la vida.
En el presente escrito, se relacionarán, en primer lugar, los conceptos de universidad y de cultura, para lo que se tendrá en cuenta la finalidad de la universidad como institución formadora y representativa de una cultura particular. En segundo lugar, se prestará atención a un aspecto fundamental en la vida de las personas que es el respeto a los derechos humanos. A tal fin se focalizará en la responsabilidad que le compete a la universidad como institución que debería asegurar la formación de futuros profesionales sensibilizados en derechos humanos. Finalmente, se atenderá al lugar crítico que ocupa la universidad en la esfera global y los alcances que ésta persigue en el ya avanzado siglo XXI.