Presentar "Oficios Terrestres" implica un doble desafío. Porque su nombre evoca el título de un relato de Rodolfo Walsh, un signo que se ubica dentro de una tradición que valoramos. Y a su vez nos proponemos construir el futuro, no repetir fórmulas, ni ser demasiado respetuosos con el pasado.
Pero vayamos por partes, primero ¿qué es hacer comunicación y periodismo, sino una práctica concreta, alejada de elucubraciones o teoricismos? En ese caso, si eso es el periodismo y la comunicación, ¿por qué una revista académica? Alguien pensará no sin cierta razón que entramos en la carrera de los papers, como decía Varsasky. Es probable, el sistema así lo requiere. Pero señalar este proyecto invocando un nombre tan alejado de esas conveniencias, inscribe este gesto en una paradoja.