La región donde se encuentra los puntos magnéticos de la campaña del año 1952, está caracterizada en los mapas magnéticos del Servicio Meteorológico Nacional por las isolíneas dé los elementos respectivos y por algunos valores numéricos de los puntos medidos anteriormente. También están a nuestra disposición los mapas magnéticos mundiales, p. e., de la edición norteamericana.
La comparación de los valores de los mapas, confeccionados en base de las mediciones generalmente hechas en la costa atlántica, con datos de la nueva campaña de 1952, indica, naturalmente, para parte W de la región algunas diferencias. Aunque no han sido reducidos los datos de la campaña del año 1952 a la época, podemos ya decir con aproximación, que también en la parte W no llegarán estas diferencias en D a más de O°5. Es interesante anotar que en varios puntos, p. e., cerca Ushuaia, se ve la existencia de anomalías locales. En I la coincidencia es suficientemente buena. Los H últimos, que coinciden muy bien con el sistema del Servicio Meteorológico Nacional, da valores diferentes en comparación con el mapa mundial americano, llegando estas diferencias a veces hasta 100 gamas. Se comparan los valores, haciendo una reducción a una época común por la variación secular; esta última variación en H puede ser indicada en el mencionado mapa solamente como aproximadamente conocida.
Podemos ya provisoriamente mencionar algunas observaciones sobre la pronunciada marcha secular en Z y H en la región en cuestión.
La Z en el extremo Sud del continente continúa disminuyendo numéricamente y en forma rápida: el cambio anual es de 90 gamas aproximadamente. En general, en los últimos 40 años la Z disminuyó en la zona próxima a Ushuaia ya en un 15 % de su valor.
El foco del rápido cambio en H, que se encuentra mucho más al Norte, influye también la región Sud del continente en forma suficientemente pronunciada. Para Ushuaia tenemos ahora un valor del cambio anual de 80 gamas, y para Río Gallegos 85 gamas aproximadamente.
Hay que prestar en el futuro la atención a la repetición periódica de las mediciones en puntos básicos y cerca de los focos, no olvidando hacer estas mediciones también en la Antártida.