Cupido, el hijo de los dioses Tinder e Instagram, tuvo una crianza en la web junto a sus primos los algoritmos. Creció con mucho amor y likes, pero eso no le alcanzaba, entonces, sus padres decidieron crear filtros para que no este triste. Los filtros lo mantuvieron feliz y lejos de su casa por unos días. Cuando regreso, sus padres notaron que tenia el ala y la flecha rota; entonces se dieron cuenta que todo fue culpa del magnetismo que irradiaban los filtros que ellos crearon.