Un diálogo entre lo perverso lo fantástico y lo cotidiano a través de la mirada de una niña, quien entré realidad y fantasía nos muestra su mirada ante una perdida, mediante la cual su imaginación es capaz de cuestionarse la vida sin un límite, permitiendo que desde su imaginario el duelo sea más llevadero. Que, aunque a quien queramos ya no esté físicamente, siempre estarán presentes en nuestra vida.