La arqueología como disciplina científica generadora de conocimientos acerca del pasado de una sociedad, tiene una función, social. Es la comunidad de arqueólogos quien debe asumir gran parte de la responsabilidad de arbitrar los mecanismos de transferencia de ese conocimiento del pasado a la comunidad, promoviendo la re valorización del patrimonio arqueológico y aportando a la formación y/o recuperación de una conciencia hIstórico-sociaI. Para que estos fines puedan cumplirse, es Indispensable que el arqueólogo establezca una relación directa con la comunidad para la cual trabaja; a partir de la conjunción de los Intereses de ambas partes pueden coordinarse una serie de actividades vinculadas a la educación, a la formación de recurso, humanos y al ámbito cultural en general.
El objetivo de este trabajo de dar a conocer nuestras experiencias en este sentido y su repercusión en la comunidad.