Este trabajo intenta pensar la representación de vidas monstruosas en algunas ficciones literarias de la narrativa argentina reciente.
No va a examinar monstruosidades sociales como las que produce el capitalismo ni procedimientos literarios que puedan llamarse monstruosos, no usaré monstruo como metáfora; tampoco hablaré de personajes monstruosos por su constitución subjetiva, como un psicópata.
Trabajaré con ficciones en las que aparecen formas de vida que, por su misma ontología, fisiología, carne, cuestionan el límite entre cuerpo humano, vida humana, y cuerpo/vida otro (vida animal, sobrenatural o artificial). Pese a la ilusión de la teratología, la monstruosidad es, como espero demostrar, tal vez la más profunda condición humana.
No comulgo con el objetivo soñado por la teratología: clasificar, no quiero hacer ciencia literaria. Sí comulgo con ese consejo de Mijaíl Bajtín (1982): estudiar cualquier hecho humano dialogando, más que observando; como todo fenómeno social, humano, la literatura habla.
El rigor en el estudio de lo humano requiere disponerse al diálogo. Las obras hablan y leer es responder, para escuchar de nuevo; en ese ir y venir nacen ideas, dilemas, significados que se enredan con el mundo para interpelarlo.