Las geohelmintiosis constituyen enfermedades parasitarias frecuentes en las zonas de climas tropicales, subtropicales y templados de Argentina y un problema de salud pública importante en el Noroeste y Noreste del país. El diagnóstico de estas parasitosis se realiza por observación directa microscópica donde se identifican diferentes estadios parasitarios: huevos o larvas. Habitualmente esta metodología no es dificultosa debido al alto número de elementos parasitarios que se encuentran en materia fecal. Sin embargo, Strongyloides stercoralis (Ss) constituye un problema diagnóstico, en especial en las áreas no endémicas. Habitualmente éste se realiza por observación microscópica de larvas rabditoides en muestras de (mf). En las infecciones crónicas no complicadas, un único examen presenta una sensibilidad de 30%, por la fluctuante excreción de larvas. Para aumentar la sensibilidad deben analizarse mayor número de muestras o utilizarse métodos especiales que requieren personal entrenado y mayor dedicación horas/hombre (Baerman, Harada-Mori y/o cultivo fecal en agar nutritivo -CAN-). En las formas severas, el parásito es identificado fácilmente en materia fecal o en muestras respiratorias; sin embargo en esta instancia la mortalidad alcanza un 80%. En estas formas, la eosinofilia puede estar ausente.