El 02 de abril de 2022 se cumplieron cuarenta años de la Guerra de Malvinas y se realizaron actos oficiales, y en los establecimientos educativos, como cada año, se llevaron a cabo los actos conmemorativos correspondientes en los que repetimos como un mantra que “las Malvinas fueron, son y serán argentinas”. Aunque muy habituados a este ritual, rara vez nos detenemos a reflexionar ¿por qué lo son? En efecto, en los manuales de Geografía de secundaria solamente se dedican unas pocas páginas a esgrimir los argumentos en los que se basa la Argentina para reclamar su soberanía sobre dicho territorio, pero no suele hacerse mención acerca de su geografía, flora, fauna, recursos naturales y mucho menos encontramos información acerca de su población. Por su parte, en los manuales de Historia, las Malvinas, tal como menciona Federico Lorenz (2013), la historia de las Islas aparece anclada a dos acontecimientos como si se hubieran congelado en el tiempo. Estos son la usurpación de 1833 y la Guerra de 1982. Por eso mismo, el objetivo de este trabajo es analizar un periodo que no ha sido lo suficientemente estudiado, una de las décadas más importantes para la Historia de las Islas: 1971-1982, dado que en ese periodo se llevó adelante uno de los principales acuerdos que permitió un acercamiento entre la población que vive en el continente y la población isleña. Puntualmente, nos centraremos en analizar los motivos por los cuales se pudo llevar adelante el “Acuerdo de Comunicaciones”, sus alcances y limitaciones para la Argentina.