Para comprender la estructura contemporánea del pensamiento chino debemos partir desde un abordaje articulado. Por un lado, ingresar a un terreno donde el pensamiento clásico y el pensamiento contemporáneo no se deslegitiman ni disputan un espacio de centralidad, sino en cambio se interrelacionan desde un carácter de complementariedad en torno a una temporalidad en continuum. Y por el otro lado, debemos analizar el rol de las estructuras culturales en la dinámica interna de la sociedad china, como así también como se desempeña en la política exterior a través de la diplomacia cultural. Además, destacamos en la actualidad china una amalgama de estructuras e ideas culturales. Por un lado, la persistencia de conceptos tradicionales (Confucianismo y Tianxia), la emergencia de nuevas concepciones (Sueño Chino y Comunidad de Destino Compartido), sumado a otras categorías que se fueron readaptando al contexto internacional (del Ascenso Pacífico al Desarrollo Pacífico). Esta heterogeneidad de ideas parecería que dificultan el accionar de China, pero al contrario actúan de manera organizada. Todas estas conceptualizaciones forman parte de un universo extenso y complejo del ámbito cultural chino que buscan legitimarse a diferentes escalas. Por este motivo, la propuesta que aquí se presenta apunta a vislumbrar el rol de la cultura en la política exterior tratando de proyectar e identificar objetivos, desafíos y obstáculos que China encontrará en su proyecto de país, y como el rol de la cultura juega un papel fundamental como plataforma discursiva de construcción y consolidación en el ámbito internacional.