La agenda de las investigaciones académicas suele marcar el rumbo de ciertos interrogantes que la crítica literaria atiza bajo un impulso de novedad muchas veces forzoso. Otras preguntas, sin embargo, se sostienen sobre la vigencia de los problemas, donde la actualización consiste más bien en las circunstancias y en la transversalidad de los objetos de estudio. La pregunta por la pobreza retorna bajo los enfoques poliédricos que Regina Cellino (2024) despliega acerca de la espectacularización y de los efectos de realidad y verosimilitud en las configuraciones contemporáneas de la villa en la literatura, la televisión y el cine argentinos. Esto se presenta ya desde la traza de sus antecedentes en la narrativa social de los años veinte y treinta, pasando por el cine latinoamericano de los sesenta y su resignificación multimedial y terminológica a partir de los noventa.