Los cambios demográficos, socio-económicos y ambientales ocurridos en los últimos años han modificado el estado de salud de las poblaciones humanas, especialmente los patrones de dieta y actividad física. Estos cambios, en el contexto de la "transición nutricional”, han favorecido el incremento del sobrepeso y obesidad que, junto con la desnutrición y las enfermedades infecciosas, constituyen un desafío a resolver en los países en desarrollo. Estudios previos realizados durante 2006-2009 en escolares residentes de Aristóbulo del Valle (Misiones) y San Rafael (Mendoza) mostraron que en un mismo escenario coexistían las enteroparasitosis, la desnutrición y el exceso de peso. El nivel educativo y socio-económico de los padres junto a las deficiencias sanitarias fueron los factores más relacionados con estas variables. Transcurrida más de una década, resultó de interés analizar la situación actual en estas poblaciones. Para ello, se definieron dos grupos (G) en cada provincia: GA (2006-2009) y GB (2018-2019). El estudio incluyó individuos de ambos sexos entre 4 y 14 años residentes en ambas poblaciones. El diagnóstico parasitológico se realizó mediante técnicas de concentración por sedimentación y flotación. Se relevaron el peso y la talla, y se calculó el Índice de Masa Corporal. El estado nutricional se determinó con la referencia WHO. Las mejoras en los servicios públicos, la infraestructura de las viviendas, el mayor nivel educativo materno observadas en el GB podrían ser causantes del descenso de las prevalencias parasitológicas, del 11% en Mendoza y del 40% en Misiones; y del poliparasitismo en un 15% en Mendoza y 35% en Misiones. Además, se observó disminución de la desnutrición y aumento de exceso de peso, patrón característico de un estadio avanzado del proceso de transición nutricional. El mayor número de familias que recibían ayuda monetaria pudo favorecer la disminución de la desnutrición por cuanto se accede a mayor cantidad de alimentos de baja calidad nutricional, ricos en grasas y azúcares refinados.