Varias municipalidades argentinas tienen actualmente en vigencia su plan regulador instrumentado en forma de "Ordenanza orgánica del desarrollo general y físico”. La finalidad de esas ordenanzas consiste en promover y controlar el premeditado desenvolvimiento de ciudades cabeceras y núcleos urbanos comprendidos en la jurisdicción municipal. El crecimiento urbano queda así orientado en cuanto a metas de tamaño y estructura poblacional y regulado en su aspecto físico conforme a precisas directivas urbanísticas, representadas por una serie de planos maestros del desarrollo físico y de normas sobre uso y movilización de la tierra urbana y perturbaría. Esos municipios —y cualesquiera otros que sigan el camino por aquellos emprendido dentro del marco de la vigente legislación argentina— están en condiciones de regularizar las bases de su respectiva economía urbana con solo aplicar en forma integral e ininterrumpida el conjunto coordinado de medios de ejecución del plan regulador que la Ordenanza respectiva define.