La propuesta del gobierno actual de España de revisar la LOCE con el objetivo de confeccionar una "Ley de calidad para todos y entre todos"1, abre una vía para poder recalcar los aciertos de los Programes de Garantía Social y reflexionar sobre la conveniencia de su continuidad. Además de valorar y de aprovechar los 10 años de experiencia acumulada de estos programas y de la eficacia alcanzada como acción formativa de transición al trabajo y de reinserción formativa, es importante percibir estos programas como acciones contra la exclusión profesional y social de nuestros jóvenes y por lo tanto como un modelo formativo y educativo de inclusión social.