En estrecha relación con la crisis del modelo neoliberal que llevó al cierre de firmas y al desempleo masivo, hacia fines del siglo XX resurge el concepto de ‘Economía Social’, el cual tiene sus raíces en el cooperativismo obrero del siglo XIX (Presta; 2007). Dicha economía refiere a la economía impulsada por las organizaciones del campo de la Sociedad Civil y del llamado Tercer Sector, cuyos principios se basan en la cooperación, la solidaridad, la igualdad y la autogestión. Así, la Economía Social se propone como objetivo primario la reinserción de los sectores excluidos del mercado (Landaburu y Presta (2008), entre otros).