La escuela secundaria está hoy en el centro de la definición de políticas teniendo que avanzar en varias direcciones, prioritariamente, en el aumento de la cobertura y en el mejoramiento de la calidad de la propuesta en términos de producir aprendizajes relevantes para todos los estudiantes que a ellas concurren.
Los indicadores habitualmente utilizados para describir a este nivel de enseñanza, dan cuenta de diversos problemas en las trayectorias de los estudiantes que hoy se reflejan en altos niveles de repitencia, sobreedad y abandono, baja retención, baja promoción y dificultades en la tasa de egreso, entre otros.
A las demandas históricas realizadas a este nivel de enseñanza se agregan demandas nuevas en la medida en que se amplía el reconocimiento del derecho de todos por más y mejor educación. La educación debe dialogar con los jóvenes y la cultura de hoy, adecuar los contenidos y las competencias a los requerimientos de la educación superior, a los avances y condiciones del campo laboral y a los desafíos de los cambios científicos y tecnológicos.