La autobiografía es una reelaboración que parte de la experiencia, dado que como afirma Amícola, los recuerdos autobiográficos no son una copia literal del pasado, sino el resultado de una interpretación de ese pasado.
De esta manera, su reelaboración exige una toma de posición que compromete tanto el espacio como el tiempo del mundo recobrado de la historia personal. Ahora bien, una de las motivaciones que movilizaron la elección de este género se basó en la perspectiva del yo “mujer” que dibuja la realidad experimentada desde una representación que compromete aspectos diferentes a los del yo masculino.
El presente trabajo demuestra cómo la expresión autobiográfica femenina en Grazia Deledda y en Alicia Jurado, funciona como testigo y agente motivador en una época de crisis y cambios socio-culturales profundos, dado que las prácticas discursivas y textuales son productos socio-históricos y que el texto literario está en relación de permeabilidad y de interacción constante.