El problema que abordaremos en el presente trabajo refiere a las mutaciones y transformaciones atravesadas por el Partido Justicialista, principalmente a partir del retorno de la democracia en 1983. Nos centraremos especialmente en los efectos que la dictadura cívicomilitar tuvo sobre la sociedad argentina, y cómo estas transformaciones repercutieron en los espacios de representación y participación política de masas.
Sostendremos, a modo de hipótesis de trabajo, que la dictadura cívico-militar, a través de la eliminación física y la persecución política de los cuadros políticos, sindicales, estudiantiles, etc., sentó las bases para la neoliberalización (Gutierrez; 1998) de los partidos políticos en general, y del Partido Justicialista en particular. Este proceso fue acompañado de la emergencia de los medios masivos de comunicación como instrumentos de formación pública y política, que desplazó a la militancia como herramienta de transmisión de ideas, y a las Unidades Básicas como espacios de socialización partidaria y debate político, y profundizó el proceso de crisis de los partidos políticos.
El tema resulta de particular interés no solo por la novedosa transición de un partido eminentemente carismático que logra sobrevivir al carisma de su fundador, sino que, además, resulta interesante ya que la historia de los avatares y las transformaciones del Partido Justicialista es, en gran medida, la historia del sistema político argentino reciente.